Cuando Guardado y Bartra casi llegan a las manos tras un partido contra el Alavés

Las semanas previas al adiós de Andrés Guardado al Real Betis fueron más convulsas de lo que él habría querido. El mediocentro, que pidió a la entidad verdiblanca que le dejase regresar a México para jugar con el Club León, tuvo que salir al paso de la filtración de una fuerte discusión con Manuel Pellegrini por sustituirle al descanso del encuentro liguero ante el Girona FC del pasado 21 de diciembre de 2023, tras lo que el entonces '18' verdiblanco se quedó sin jugar los dos siguientes duelos (en LaLiga ante el RC Celta y en la Copa del Rey frente al Deportivo Alavés), aunque pudo despedirse del Benito Villamarín con noventa minutos ante el Granada CF. Tanto el 'Principito' como el 'Ingeniero' confirmaron el cruce de palabras, pero sorprendieron a propios y extraños restándole trascendencia, pues no había sido el primero ni el único, dedicándose elogios y respeto, aunque admitiendo que el carácter de ambos les hacía a veces hablarse con un exceso de sinceridad.

Ese genio del veterano futbolista de Guadalajara le habría jugado alguna otra mala pasada, aunque esta vez fue él mismo el que se delató. Ocurrió durante la charla con Marc Bartra, que está a punto de volver de una larga lesión, en la última entrega del podcast que presenta su mujer, Sandra de la Vega, 'La Capitana', donde el catalán repasó sus inicios, la dura separación de su hermano mellizo (que dice que era mejor que él y con el que compartió equipo en la cantera del RCD Espanyol) o cómo fue pasar de ver por la TV a Messi, Henry o Ibrahimovic a compartir vestuario con ellos. Durante la conversación, Guardado recordó los principios de la relación con el central, que arribaría a Heliópolis en enero de 2018, un semestre después de que lo hiciera el azteca, procedente él del PSV Eindhoven, mientras que su compañero fue traspasado desde el Borussia Dortmund. La trifulca entre ambos ocurriría el verano siguiente, en los albores de la 18/19, concretamente en la segunda jornada.

"Cuando Marc llega al Betis, era muy competitivo. Siempre ha sido muy profesional y se preparaba muy bien. Pero eras otro; cambiaste un montón... para bien", asegura Andrés, cambiando de interlocutor entre su esposa, a la que ponía en contexto, y el propio Bartra, para volver a Sandra, que asiste a la rememoración entre carcajadas: "Yo me peleé con éste en un vestidor. Justo en el segundo año de Quique (Setién); fuimos a Vitoria, al campo del Alavés (0-0). En el campo pasaron cosas, yo le hice algunas observaciones y él (hace un gesto con la mano y con la cara) me mandó a tomar por culo. Al llegar al vestuario, le dije 'que sea la última vez que me hablas así, cabrón, porque a la siguiente te reviento'". El trío sonrió como muestra de que se trata del día a día de los futbolistas profesionales, que pasan por momentos malos y buenos, aunque el compañerismo y la amistad se imponen.