Cómo la nueva realidad económica del Betis afectará a su futuro inmediato

El consejo de administración propondrá medidas financieras en la próxima junta, incluyendo una ampliación de capital, al tiempo que aplazará la remodelación de Preferencia para cerrar el Benito Villamarín

Cómo la nueva realidad económica del Betis afectará a su futuro inmediato
Un momento de la junta de accionistas de 2021 en San Pablo. - Lince
Óscar MurilloÓscar Murillo 5 min lectura

Se avecinan tiempos difíciles. Es de esperar que no en lo deportivo, prioridad absoluta para el consejo de administración del Real Betis, hasta el punto de descartar las llamadas 'palancas' para exponer su propio patrimonio personal (por valor de 6,3 millones de euros) con el fin de inscribir a todos los futbolistas. Con todo, el 1 de septiembre de 2023 deben sanearse todas las cuentas para recuperar la alta cantidad avalada por los principales accionistas, al tiempo que se esperan, de una vez, los ingresos extraordinarios por traspasos que no se lograron en los ejercicios 20/21 y 21/22. En palabras de Ángel Haro, el desfase se calcula en torno a los 60 kilos, por lo que habrá que poner todas las cartas sobre la mesa, articulando alguna gran venta, tirando de austeridad (más aún) en los mercados de fichajes sin perder en lo posible potencial en la plantilla y habilitando las fórmulas financieras necesarias.

En este apartado, la próxima junta de accionistas, que está prevista para la segunda quincena de diciembre, debe ser más movida que las anteriores, balsas de aceite, incluso, cuando Joaquín Caro Ledesma movilizó a parte de la oposición. El diario 'Abc' avanza que los actuales rectores presentarán a sus más de 13.000 poseedores de títulos varias opciones para salir de este bache económico, cifrado en un déficit de 36,5 millones el pasado ejercicio que seguramente se repetirá en éste. Una de las vías será la ampliación de capital, con el compromiso de que los accionistas de menor rango tengan preferencia, de forma que se asegure más o menos la atomización actual, aunque se trata de una medida complicada de aprobar (que, sin embargo, podría recaudar entre 15 y 20 millones de euros), por lo que también se ofrecerán la emisión de bonos corporativos y la activación de las sociedades vehiculares (con el adelanto de ingresos recurrentes como el ticketing o los abonos, que podrían subir un poco).

Lo que sí deberá retrasarse es la obra de remodelación de la grada de Preferencia y el cierre total del Benito Villamarín, como confesó el propio presidente del Betis en su intervención de este jueves en el World Football Summit Europe 2022: "Se hizo la tercera fase, que era Gol Sur, y queda la cuarta, la de Preferencia. Pero hay unos terrenos aledaños al Estadio (cuya explotación aportaría entre 10 y 15 kilos más al año) para los que tenemos un convenio con el fin de hacer un estadio global que pueda tener un uso de 365 días. Ahora, imposible; no será antes de tres años. Esta campaña y la que viene, tampoco; sería para la siguiente (la 24/25). Esa obra tardará una temporada y media, y tenemos que ver las opciones de traslado (a otros campos) para jugar los partidos. Pero también queremos tener terminada antes la obra de la ciudad deportiva".

La nueva Universidad del Betis, como la definió recientemente Antonio Cordón, sí marcha a buen ritmo, incluso, con cierto adelanto, como apuntó el consejero responsable tanto de la cantera como de las infraestructuras, Ozgur Unay, en los medios oficiales: "La obra va muy bien; el plazo, incluso algo avanzado. Habrá contratiempos, como es lógico en este tipo de obras, pero creo que vamos a cumplir el plazo. Vamos a poder instalarnos a partir de esa fecha (en referencia a junio de 2023)". Para el complejo de Entrenúcleos, por cierto, se utilizarán finalmente los fondos CVC del acuerdo LaLiga Impulso, ya que los préstamos existentes de un banco europeo subirán mucho sus intereses con la inflación que se avecina y los sobrecostes por la invasión de Rusia a Ucrania.