El tercer periodo de reflexión abierto en el seno del Real Betis acerca del mercado de centrales en paro aún no ha arrojado una decisión definitiva, aunque cobra cada vez más fuerza la opción inicial: esperar hasta enero. El único de los efectivos libres que más o menos convencía a Manuel Pellegrini es Sokratis Papastathopoulos (35), que dejó Olympiacos en verano y con cierta regularidad, pero el internacional griego se ha descolgado pidiendo un dineral porque también maneja propuestas de Arabia Saudí, Emiratos Árabes y Qatar. Incluso, el Bayern le está tentando, una vez descartada la repatriación de Jerome Boateng por sus problemas extradeportivos. Y, si el campeón alemán recurre al ex de Arsenal y Dortmund, es que no hay mucho más que 'rascar'.
Con Almamy Touré no habría problemas económicos ni exigencia por parte del zaguero de firmar más allá del 30 de junio de 2024, aunque su historial de lesiones (hasta diez en su última etapa en el Eintracht) y que se marchará en enero a la Copa de África desaconsejan cualquier gaasto por mínimo que sea. Con Sokratis se podría hacer un esfuerzo (con la venta extemporánea de Luiz Felipe y la ampliación de capital es absurdo afirmar que no hay nada en caja), pero Ramón Planes y el 'Ingeniero' coinciden en que no merece demasiado la pena gastarse mucho en un 'parche', pues la inversión mayor se guarda para la ventana invernal, más que nada porque se busca un central no para completar la 23/24, sino para más años.
Por eso, salvo giro de los acontecimientos, Pellegrini podría tirar de la polivalencia de Marc Roca (que ya se estrenó en la zaga contra el Sparta) y Guido Rodríguez (lo hizo, por ejemplo, en la vuelta de octavos de la UEL 21/22 en Frankfurt) en los cuatro partidos que restan de la Fase de Grupos de la Europa League antes de poder reforzarse, recurriendo en LaLiga y la Copa del Rey a Chadi Riad y el filial. Arriesgado, desde luego, porque Pezzella y el internacional marroquí podrían enfrentarse en estos dos meses y medio largos a sanciones y lesiones, pero se antoja la vía más responsable ya visto lo visto. Mientras tanto, se adelantan gestiones, que podrían ser dobles en este escenario, para cuando se reabra el mercado con el fin de que el elegido llegue enseguida.
El perfil que buscan Planes y Pellegrini es más parecido a Luiz Felipe (24-25 años, en el último ejercicio de contrato, con problemas en su club para renovar o fichaje joven que nunca llegó a afianzarse en un grande) que al compatriota del míster, Paulo Díaz, que vinculan desde Argentina. Con 20 millones de euros de cláusula de rescisión y un año justo de vinculación restante cuando pudiera contratarse, sus 29 años lo convierten ya en poco revalorizable para realizar una inversión importante. Tampoco se descarta, y hay varias opciones así sobre la mesa, acceder a la cesión con opción de compra de un joven proyecto que no haya tenido continuidad en alguna de las cinco grandes Ligas. Según ha podido saber ESTADIO, se avanza por un jugador de cada apartado y no se ha descartado a ninguno de estos dos bien colocados.