El Barça no sólo está pendiente de lo que ocurra con Gundogan o Bernardo Silva, o de los descartes que Xavi ha señalado y que Mateu Alemany debe colocar, sino, sobre todo, de lo que puede sacar por los jugadores que tiene cedidos, con los que no cuenta y con los que espera lograr unos ingresos extra que ayuden a llenar su vacía caja de caudales.
Dos de ellos ya se colocaron a lo largo de la temporada. Uno era Griezmann, cuyo problema con el Atlético quedó resuelto antes del parón por el Mundial de Qatar 2022, y que, a efectos reales pasa a ser jugador en propiedad del Atlético de Madrid el próximo 1 de julio. El otro también solucionado era el de un Trincao que se fue cedido a cambio de 3 millones de euros al Sporting de Lisboa, pero que éste tenía una opción de compra obligatoria de otros siete kilos más en el caso de se dieran unas condiciones, como así ha ocurrido. Esta misma semana se confirmaba el pago del club lisboeta, cuyo fichaje asciende a los 10 millones, un tercero de los 31 que el Barça pagó por él en 2020.
Pero falta lo más difícil, colocar a un Umtiti que por fin ha podido jugar una temporada con asiduidad -en el Lecce, compartiendo los pagos-, pero que tiene una ficha alta y tres años más de contrato. O a un Sergiño Dest que ha jugado poco en el AC Milan y que llevan tiempo tratando de colocar en, entre otros equipos, el Sevilla.
El Barça ya sabe que no cobrará nada por Héctor Bellerín, ya que el Sporting no va a hacer efectiva la cláusula que tenía y el lateral catalán quedará libre para ir, casi seguro, al Real Betis. Y precisamente el club verdiblanco, gracias a los contactos que Ramón Planes tiene en Can Barça, ha pedido cedidos a Ez Abde y a Nico González, aunque el primero tiene opciones, incluso, de quedarse en la primera plantilla blaugrana.
De todos estos hay uno que se sale de esta norma, uno que sí ha jugado y ha convencido. Y que el Barça cobrará por él y se convertirá, a priori en su tercera venta oficial. Aunque según publica Sport, la mitad de lo que había pensado en un principio. Se trata del francés Clement Lenglet, que ha jugado este año en el Tottenham y el club británico tiene intención de hacerse con sus servicios.
Desde Can Barça estimaban que sacarían unos 12 millones de euros por él, pero todo hace indicar que aceptarán la mitad, en torno a los 6 kilos. El Sevilla, club del que llegó procedente, estaba muy atento a esta operación, ya que se llevaba un pequeño porcentaje de la misma.
El central francés recaló en el conjunto sevillano en enero de 2017 y salió rumbo a Barcelona un año y medio después a cambio de 36 millones de euros, por lo que el club nervionense recibirá, por el mecanismo de solidaridad, un 0.75 % del coste total del traspaso. El Barça perderá 30 kilos de lo que costó en un principio, pero su prioridad es que salga y liberar esa ficha, una de las más altas de la plantilla. Además, aún le quedan tres años de contrato.