El inolvidable Andrés Iniesta es uno de esos pocos futbolistas que se sienten queridos por todas y cada una de las aficiones del mundo del fútbol. Sobra decir, por lo tanto, la categoría de mito que tiene desde hace tiempo en la historia del FC Barcelona. Por eso, por todo lo que ha significado para el club culé desde que llegó de su Fuentealbilla natal siendo un crío, el emotivo acto que ha celebrado hoy en la Ciudad Condal ha sido especialmente señalado para la afición culé. Por si faltaban pocos motivos para que se desbordase la nostalgia en 'Can Barça', el intercambio de mensajes entre el propio Iniesta y Lionel Messi ha puesto los pelos de punta a todos los que añoran aquellos inolvidables años de ambos haciendo magia junto a otros presentes como Xavi o Piqué.
En su adiós, Iniesta ha vuelto a recalcar su evidente deseo de regresar algún día al club catalán para empezar a devolver todo lo que el Barça le ha dado en su carrera y en su vida. Ya lo ha dejado caer en alguna ocasión y este martes ha dejado claro que, primero, aunque se retire no va a poder estar "lejos del fútbol", así que explicó que se seguirá formando como entrenador esperando ese momento.
"No puede ser de otra manera, porque el fútbol ha sido mi vida. Me gustaría volver al Barça en algún momento. Creo que los que hemos tenido tanta influencia y hemos estado tantos años en este club, de una manera u otra, tenemos que estar. En el momento que sienta que puedo aportar lo que hice como jugador en otras funciones, estaría encantado de volver", expresó levantando sonrisas y aplausos entre los 450 invitados al emocionante evento de su adiós.
En este sentido, Iniesta ha lamentado no haber cumplido uno de los deseos que se marcaba antes de colgar las notas. "Mi idea era haberme retirado aquí, pero el Barça necesita que des el 300 por cien y sentía que no iba a ser posible", explicó sobre su marcha en 2018 al Visel Kobe de Japón y, luego, al Emirates Club de Arabia Saudí en 2023. "Ya he empezado con el curso de entrenador y quién sabe si algún día podré ocupar el banquillo del equipo de mi vida", deseó en voz alta y sin querer vender humo, fiel a la humildad que ha llevado por bandera toda su carrera: "Ahora, necesito aprender, equivocarme, formarme... Nos seguiremos viendo. Lo que sea, lo haremos con mucha ilusión y muchas ganas, pero será algo vinculado al fútbol, seguro, porque el fútbol es mi vida".
La nostalgia del barcelonismo alcanzó cotas aún más altas con el mensaje del gran ausente en el acto de despedida de Andrés Iniesta, el actual delantero del Inter de Miami y máximo goleador histórico del FC Barcelona, Lionel Messi, otro mito que habría querido retirarse como azulgrana y no pudo. "La pelota te va a extrañar", destacó el argentino. "Uno de los compañeros que más magia y de los que más disfruté jugando juntos. ¡Andrés Iniesta, la pelota te va a extrañar y nosotros también! Te deseo lo mejor siempre, sos un fenómeno", escribió el jugador argentino en un mensaje acompañado por una fotografía de ambos celebrando un gol con el Barça.
Iniesta y Messi compartieron vestuario en el Camp Nou durante 14 años, desde el estreno oficial del argentino con el primer equipo en 2004 hasta la salida del manchego rumbo al Vissel Kobe japonés hace seis cursos, liderando la época más gloriosa de la historia del Barcelona, con nueve trofeos de LaLiga, cuatro de la UEFA Champions League, seis Copas del Rey, siete de la Supercopa de España, tres de Europa y tres Mundiales de Clubes, entre otros títulos colectivos e individuales.
El rosarino, además, ha ganado ocho veces el Balón de Oro por ninguna del albaceteño, quien antepone la foto del podio de la edición de 2010 a la opinión general de que aquel año mereció ganarlo él. La imagen de Xavi, Leo y yo, los tres en el podio del Balón de Oro (en 2010), es más grande que haber conseguido ganar ese trofeo. Tres tíos de la casa, que estén en el podio del Balón de Oro, este es el premio de aquel día, no quién lo ganase", destacó Iniesta en un adiós no apto para barcelonistas sensibles.