Cada vez que habla... 'sube el pan'. Joan Laporta ha vuelto a mandar un dardo envenenado a Xavi Hernández, en algo que se ha convertido en costumbre cada vez que pretende defender su gestión. El presidente del FC Barcelona se afanaba en mostrar a las cámaras sus lágrimas de supuesta emoción cuando en mayo anunciaba por 'sorpresa' la continuidad de Xavi, cinco meses después de que el egarense anunciase su dimisión en diferido, resaltando el amor del excentrocampista por los colores azulgrana y su innegable catalogación como histórica leyenda de la entidad. Sin embargo, no es que haya predicado con el ejemplo, precisamente. Sólo unos días después de aquellos lloriqueos forzados, le despidió de manera fulminante por no soportar que el técnico había reconocido en público la imposibilidad de realizar los fichajes de relumbrón que su histriónico 'presi' prometía a bombo y platillo. Desde entonces, en cada comparecencia le cae algún palito del máximo dirigente.
El inicio de Hansi Flick como entrenador del Barça está siendo más que meritorio, dado lo poco que le han podido dar. Se puede decir incluso que con peor plantilla ofrece mucho más rendimiento que su antecesor, por lo que esa desagradable página (especialmente por las formas) de todo lo sucedido con Xavi habría quedado pasada del todo y a favor de la directiva culé de no ser por el empeño de Laporta en hacer mención indirecta al de Tarrasa cada vez que habla. La última vez ha sido este mismo jueves, cuando para expresar su satisfacción por las buenas maneras de liderazgo que muestra el alemán ha rescatado de la memoria colectiva la querencia del técnico saliente por escudarse en el árbitro, el césped, los horarios, las lesiones, la falta de refuerzos, una prensa poco complaciente y hasta de un sol cegador o una luna demasiado brillante.
"Flick es un entrenador extraordinario y muy profesional. Él sabía lo que había en la plantilla y la está gestionando muy bien", valoró Laporta en declaraciones a los medios de comunicación durante una visita institucional en el Día de Puertas Abiertas de la Fundación Johan Cruyff, de la que es uno de sus patronos, en el Complejo Deportivo Municipal La Mar Bella de Barcelona. Precisamente, este nuevo dardito coincide con la publicación de un vídeo hasta ahora inédito sobre el momento en el que Xavi comunicaba al vestuario que no continuaría este curso. "Me gustan mucho sus ruedas de prensa", señaló con gesto jocoso para que se entendiese la indirecta, desperando hilaridad en algunos de los periodistas presentes.
El Barça es líder de LaLiga EA Sports con 21 puntos en ocho partidos, tres más que el Real Madrid y cuatro más que el Atlético de Madrid, mientras que en la nueva Fase de Grupos de la UEFA Champions League revirtió este martes su mal inicio, con derrota ante el AS Monaco (2-1), gracias a la contundente goleada al Young Boys suizo (5-0). "Hicimos un buen partido contra el Young Boys metiendo cinco goles. Ahora tenemos que pensar en el partido del Alavés. Es muy importante sumar una victoria antes del parón internacional", reclamó Laporta en referencia a la derrota en la jornada 8 ante CA Osasuna (4-2).
El Barça fue uno de los clubes más ruidosos del mercado estival de fichajes. Especialmente con Nico Williams, pero también con otros nombres como Raphael Leao, Luis Díaz, Joshua Kimmich, Mikel Merino, Martin Zubimendi... No se fueron ninguno de los traspasos millonarios que se rumoreaban y ninguno de esos supuestos objetivos llegó. Es más, el club tuvo muchos problemas para inscribir a su único refuerzo, Dani Olmo. Más allá del mediapunta, el capítulo de altas lo completan el delantero Pau Víctor, que había sido fichado para el filial, y ahora Wojciech Szczesny, recién llegado para suplir la grave lesión de Ter Stegen. Sin embargo, Flick ha sabido encontrar los fichajes que no llegaron en la inagotable factoría de La Masia.
"Este año hay muchos partidos y el calendario nos obliga a tener plantillas competitivas y amplias. La incorporación de jugadores de la cantera está dando muy buenos resultados porque están entendiendo lo que les pide Flick", aseguró el presidente del club catalán, intentando hacer ver una vez más que el hecho de que no llegasen más caras nuevas fue una decisión voluntaria del Barça que no tuvo nada que ver con la maltrecha economía y que este entrenador sí sabe aprovechar lo que hay. "Con el resto de la directiva acordamos que el nuevo entrenador debía dar un nuevo impulso y Flick sabe que en las grandes épocas del club siempre ha habido muchos jugadores del plantel formados en casa", presumió.