Hansi Flick busca en el AC Milan

El arrollador Barça del equipo alemán sorprende con un estilo propio alejado del marcado juego de los últimos años, pero que resulta atractivo y solvente a partes iguales, en una clara intención de beber de un equipo que pasó a la historia del fútbol

Hansi Flick busca en el AC Milan
Hansi Flick da instrucciones a su defensa durante El Clásico. - Cordon Press
Aitor TorviscoAitor Torvisco 4 min lectura

El FC Barcelona de Hansi Flick enamora a toda Europa con un fútbol muy arriesgado que le convierte en el Rey del Fuera de Juego y en el equipo más realizador de todo el continente. Los toques de genialidad de los contados futbolistas veteranos y la exuberancia de la talentosa generación salida de La Masia llevan a este equipo no sólo a ganar, sino a despertar elogios en su juego. A priori, el estilo del germano es muy diferente al de las últimas épocas y, aunque hay quien ve algunos paralelismos innegables con la innovadora osadía de Johan Cruyff, parte de la inspiración está en el AC Milan de Arrigo Sacchi.

De ello se ha mostrado orgulloso Filippo Galli, que durante 14 temporadas fue defensor de aquel gran Milan de los años 80 y 90 del siglo pasado. En una entrevista para la Cadena SER Catalunya, el exfutbolista italiano ha recordado aquellos años, feliz de que sirvan a Flick en su exitoso inicio como técnico del Barça: "El entrenador convence a los jugadores con el trabajo diario y con los resultados. Me alegra mucho que se impresionara Flick con nuestro equipo cuando era futbolista del Bayern, porque aquel Milan vencía y convencía, regalaba emociones".

Mucho se ha hablado de las 12 veces que el Real Madrid cayó en fuera de juego en El Clásico, ocho de ellas de Mbappé, pero Galli recordó un partido en el que el Milan provocó 20 fueras de juego del Real Madrid de la Quinta del Buitre: "Jugábamos en 30 ó 40 metros, éramos un equipo elástico con un líder buenísimo en la defensa como Franco Baresi, que movía al equipo de forma armónica. Aquel Milan fue innovador para el mundo del fútbol, sobre todo en Italia, en tiempos en los que todos los equipos jugaban al contragolpe. A Sacchi le llamaban loco, maníaco. Es verdad que era un entrenador obsesivo con el trabajo, todo el día hablando de fútbol, de entrenamientos... pero luego te convencía con el trabajo y, obviamente, con el resultado".

"Y eso que al principio no llegaban los resultados, pero creíamos en el método, veíamos que íbamos en buena dirección y sabíamos que llegarían las alegrías. Lo de ensayar el fuera de juego con una cuerda sólo lo hicimos algunas veces al principio. Lo que sí fue constante era ver al entrenador dentro de la cancha para corregirte permanentemente, diciéndote que no estabas bien en la línea defensiva", recordaba Galli.

"Ví al Barça ante el Real Madrid y la organización defensiva fue importante, como también tener muchos jugadores de clase, muchos de ellos de la casa, con el corazón azulgrana, eso es también importante. Los jóvenes del Barça tienen personalidad. No tienen miedo a pedir la pelota, eso es parte de una entidad clara". "La similitud y la tradición del Barça es la de jugar a fútbol, no esperar al rival, el querer ser protagonista en el juego; eso es el Barça", añadía.