Barcelona
At. Madrid
El enfrentamiento contra el Atleti se convirtió en algo más que un simple cruce para Joao Félix. Desde el inicio del encuentro, se le observó lleno de motivación y emoción. Desató un juego eléctrico, mostrándose inspirado y desconcertando a quienes, hasta hace poco, eran sus compañeros. El internacional portugués, cedido al equipo de Xavi, destacó como uno de los jugadores más notables en Montjüic. Su salida del conjunto rojiblanco no fue precisamente amistosa, y esta tensión fue evidente a lo largo de todo el partido, especialmente en la celebración de su gol. Lo festejó con rabia, lanzando un beso hacia la zona ocupada por la afición visitante del Atlético.
"Solo las personas cerca de mí saben cómo ha sido. Mi familia principalmente. Esto ha sido para ellos y un alivio", explicaba el portugués sobre su celebración tras marcar. "Siempre soy el tema, pero estoy tranquilo, porque no miro lo que hablan y hago mi trabajo. Trabajo cada día para mejorar. Disfruto de mis compañeros y del club que me recibió bien", decía.
Joao Félix demostró un alto nivel de participación, mostrándose activo, motivado y enérgico. Dejó por los suelos a toda la defensa rival, sacando algunas tarjetas amarillas. Azpilicueta, quien compartió equipo con él la temporada pasada en el Chelsea durante su cesión, ingresó tras el descanso por Molina y protagonizó una acción que requirió la intervención de las asistencias, aunque el portugués pudo continuar. El jugador del Barça estuvo varias veces en el suelo debido a choques con sus excompañeros y recibió una tarjeta por un manotazo a Correa. La tensión en el campo era palpable.
De manera consciente o no, el portugués se reivindicó en Montjuïc, confirmando que tiene un lugar en el equipo y que no solo es capaz de tener un buen papel en un partido, como sugerían desde el club rojiblanco antes del encuentro. Fue uno de los jugadores más destacados en el partido disputado en el Olímpico, anotando el primer gol del encuentro tras una asistencia de Raphinha.
"Ha vuelto a marcar diferencias. Se ha vaciado. Robando y recuperando muchos balones. Me alegro mucho por él. Lo veo feliz y es fantástico para él. Le he dicho que estuviera tranquilo porque a veces la extramotivación te puede hacer pasar la línea. Ha hecho un partido muy inteligente. Es un chico extraordinario, bromista y que ha unido al grupo. Estoy encantado de tenerlo en el equipo", comentaba Xavi sobre el propio Joao Félix.
Su celebración estuvo marcada por la rabia y los gritos, lanzando un beso hacia la grada visitante, la cual lo estaba increpando. El Estadio Olímpico dejó claro que cuenta con él, y el cántico "Joao Félix oé, Joao Félix oé" resonó con fuerza en el Lluís Companys. Recibió una gran ovación al ser sustituido en el minuto 76 por Ferran Torres. Noche estelar.