“Cada obstáculo superado nos brinda una oportunidad de crecimiento y fortaleza. La vida se trata de aprender de las caídas, levantarnos más fuertes y seguir avanzando con coraje y disciplina”, decía días atrás Vitolo Machín en su cuenta personal de Instagram, donde también recordaba que quedaba “un día menos para volver” y que echaba mucho de menos al balón. Y no es para menos, pues el extremo canario no rasca bola desde el pasado 15 de abril, cuando disputó los últimos cinco minutos del encuentro frente al Granada en la derrota de Las Palmas por 2-1 en la jornada número 36 de Segunda división.
Cinco meses alejado de los terrenos de juego que no son más que el ecuador de su largo proceso de recuperación, después de que fuera sometido con éxito a una cirugía de reconstrucción completa del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha a la que fue sometido el pasado mes de mayo. Es decir, que a Vitolo le queda aún un largo calvario por delante, habiéndole dicho ya adiós al fútbol en 2023 y no esperándose su vuelta al fútbol hasta el 2024, tras una larguísima recuperación de ocho a diez meses, según estimaron los servicios médicos.
Su regreso está plagado de incertidumbre. Con contrato con el Atlético de Madrid hasta 2024, hace tiempo que perdió la confianza de Simeone y que lleva dando tumbos de cesión en cesión, alargando su agonía y evidenciando que las lesiones le impiden ser el Vitolo que llegó a ser con la elástica del Sevilla FC, cuando alcanzó, incluso, a convertirse en internacional absoluto con España de la mano de Lopetegui.
El curso pasado, cedido en la UD Las Palmas, tan sólo participó en ocho partidos de Segunda división, acumulando 109 míseros minutos a lo largo de toda la temporada; poco más de un encuentro completo. Tampoco tuvo mucha más fortuna el curso anterior, en Primera, donde recaló cedido en un Getafe con el que tan sólo disputó siete encuentros, defendiendo la elástica del conjunto azulón en 216’. Tampoco estuvo para tirar cohetes en la 21/21, como colchonero (456’ en 15 partidos).
A sus 33 años, y tras haber superado la primera fase de su recuperación, Vitolo se centra ahora en fortalecer sus piernas, para lo que trabaja con un preparador personal en un gimnasio de Meloneras (Las Palmas). Del balón, ni hablar por ahora. Algo con lo que contará con la colaboración de la UD Las Palmas. Así lo expresó el propio presidente del club amarillo, Miguel Ángel Ramírez, al cierre del mercado: “Tenemos el caso de Vitolo que está lesionado y que le hemos puesto a disposición de él nuestras instalaciones y estar en Las Palmas para recuperarse pero sin ficha”.
Será el propio Vitolo, llegado el caso, quien tendrá que valorar su ultima su puesta a punto en Madrid, donde tiene contrato con el Atlético Madrid o si, por el contrario, sigue en Canarias, junto a su familia. En cualquier caso, el futuro de Vitolo se viene gris, perdiéndose prácticamente la presente temporada y plantándose el próximo mes de mayo con 34 años, una dura lesión de rodilla y tras casi cuatro temporadas prácticamente sin jugar. No tendrá sencillo encontrar un nuevo destino como agente libre, cuando finalice su vinculación a final de temporada con un Atlético Madrid que hace tiempo que perdió la esperanza con su caso. ¿Le tocará retirarse?