El Atlético de Madrid ha anunciado hoy la renovación de su capitán, Koke. El contrato, que vinculaba a una de las figuras históricas más recientes del club y al Atleti, terminaba en junio de este año, por lo que las dos partes han llegado al acuerdo de ampliar su relación por un año más, hasta 2025. Desde hace varios meses se ha estado hablando sobre la situación del ‘6’ rojiblanco en la entidad colchonera, donde la renovación ha tardado más de lo esperado, pero sin crear ningún tipo de duda en la afición, que ha pensado en todo momento que el momento se daría. Y así ha sido.
El jugador de 32 años está cumpliendo su decimoquinta temporada en el Atlético. Desde que debutó en la 09/10, se ha ido abriendo paso hasta estabilizarse como líder del centro del campo. Su principal aliado en este trayecto ha sido su actual entrenador, el Cholo Simeone. Ambos llevan juntos desde que el técnico argentino aterrizó en la 11/12, consiguiendo esa misma temporada la Europa League al vencer al Athletic Club 3-0 en la final. Ahora, en una temporada de altibajos, donde el dolor por la eliminación de la Copa del Rey, después de caer en semifinales, ha sido superado por la increíble eliminatoria ante el Inter de Milán que llevó a los atléticos a los cuartos de Champions, con esta renovación ‘la leyenda continúa’.
Eso sí, no todo ha sido un camino de rosas. Por lo menos en el número de temporadas que el Atlético quería renovar a Koke. Con 32 años, desde el club priorizan realizar contratos por temporada; es decir, por merecimientos, dándole importancia al sentimiento y nivel del jugador cada año. Eso al jugador, después de tanto tiempo vistiendo la elástica colchonera, no le acaba de gustar. Por lo que, para satisfacer a ambas partes, se ha introducido una cláusula para poder renovar el contrato cada año. En cambio, con la oferta del salario realizada, la palabra que siempre ha repetido el jugador es “optimismo”. Los clubes españoles están en una clara desventaja ante la Premier League, entre otras competiciones. La capacidad económica de todos ellos ha decaído de manera considerable, más aún a raíz del COVID. Por lo tanto, los ocho millones de euros que cobraba en su momento, cuando era un jugador querido por varios clubes europeos, se han reducido a los tres millones. Esta oferta a la baja nunca ha sido una preocupación para Koke; él siempre ha tenido claro que quería continuar sí o sí.