"Vine acá para crecer como jugador, para parender. Trato de escuchar cada indicación que me da -Simeone- para sacar lo mejor de mí. Soy chico, pero tengo que aprender rápido. En los próximos meses, tengo el Mundial sub'20. Quiero dejar una huella en el Atlético de Madrid", fueron las palabras de Nehuén Pérez durante su presentación con el Atlético de Madrid. Desafortunadamente, no tuvo opción de dejar esa huella que buscaba.
Nehuén Pérez llegó a la capital de España en 2018 como una de las grandes apuestas del Atlético de Madrid, pero no llegó a debutar con el equipo en un periplo demasiado corto. El principal impedimento fueron los problemas con el pasaporte y el cupo de extracomunitarios de un club donde había mucha competencia y que terminó cediéndolo en varias ocasiones, en una de esas cesiones se marchó al Granada CF. Después de una última cesión al Udinese, el club colchonero lo terminó traspasando al mismo equipo en 2022, en una operación que sirvió para el fichaje de su compatriota, Nahuel Molina. Antes, en 2021, incluso estuvo colocado en la órbita del Real Betis Balompié.
Ahora, Neuhén Pérez brilla en la Serie A italiana con luz propia, se ha convertido en uno de los mejores centrales del campeonato y se acuerda del Atlético de Madrid, donde tuvo la gran espina de no poder jugar. En una reciente y distendida entrevista con MARCA habla sobre su periplo y no cierra las puertas a un posible regreso. El conjunto colchonero lo aprovechó para rebajar el coste de Nahuel Molina, una moneda de cambio con la que hacerse con su paisano (quien aún no ha renovado, pero es un secreto a voces que terminará haciéndolo, como adelantó hace unos días el periodista especializado en fichajes Fabrizio Romano).
Su paso por el Real Madrid lo recuerda Neuhén Pérez como una ‘locura’ en sus inicios, cuando se enteró de que el club lo tanteaba: “Cuando me llegó la noticia y se empezó a hablar fue algo muy loco, porque que un club tan grande como es el Atlético de Madrid se fije en ti siento tan joven…”, comienza su relato el nacido en el año 2000, con apenas 18 años cuando el conjunto rojiblanco lo fichó, por 2’7 millones de euros al Argentinos Juniors, por 6 temporadas y acordando una cesión el primer año al mismo club.
“Después, como te digo, el cambio fue muy, muy grande. Y había muchísimos referentes: Josema, Godín, el Cholo… Me ayudaron muchísimo, también me daba muchos consejos”, continúa. Sin duda, fue un gran salto para él, pero no pudo debutar con la elástica colchonera, lo que es una espina que tiene clavada y su deseo es sacársela algún día, ese es el mensaje que le lanza al Atlético de Madrid: “Por cuestiones del pasaporte comunitario que ocupaba no pude quedarme, no pude asentarme nunca. Y es una espina que tengo ahí. Ojalá algún día pueda volver, sacarme esa espinita que me ha quedado”, expresa.