El elixir copero ha resucitado a Malcom Adu Ares, que consuma su regreso justo en el lugar en el que se abrió camino en el Athletic Club. El prometedor canterano rojiblanco se destapó hace justo un año en la primera eliminatoria de la pasada edición de la Copa del Rey, con un doblete en el ajustado triunfo por 1-2 ante la Unió Esportiva Rubí el 1 de noviembre de 2023. Así, se ganó un contrato profesional y recibió dorsal del primer equipo en el posterior mercado invernal, lo que le permitió pasear en la Gabarra celebrando el primer título de su carrera. Claramente de más a menos, este pasado verano se decidió que lo mejor para no frenar su proyección era salir cedido al Real Zaragoza, donde a pesar de llegar como petición expresa de Víctor Fernández le ha costado mucho arrancar. En tierras mañas no se estaba viendo la mejor versión del extremo, que ha resurgido justo en el 'Torneo del K.O.'.
En la noche de este pasado martes 29 de octubre, el Zaragoza resolvió con solvencia su duelo copero ante el Centre d'Esports L'Hospitalet, al que se impuso por 1-5 con una gran actuación de Adu Ares. No sólo marcó su primer gol con el conjunto blanquiazul, redondeando la 'manita' en el minuto 84' con un remate cruzado entrando libre de marca al segundo palo y enganchando una volea baja sin dejar caer el balón centrado desde la banda derecha; sino que además también estrenó su casillero de asistencias y brilló con esplendor en todas las facetas del juego, cuajando una hoja de servicios dignos de mención.
El atacante de 23 años fue titular en el once del cuadro aragonés y completó los 90 minutos siendo una pesadilla constante para los defensores del equipo local. Según las estadísticas recabadas por SofaScore, que califica el partidazo del canterano del Athletic con una nota de 8,5 (la más alta del choque), Adu Ares intervino con 54 toques de balón, marcando su primera diana del curso en su único tiro a puerta tras dos intentos (el otro chut se le fue fuera) y dando un pase clave, el de la asistencia para que Jair Amador sólo tuviese que empujar a placer la pelota en el momentáneo 1-2 al filo del descanso, tras una igualadísima primera mitad.
Adu Ares asumió muchos riesgos y, aunque eso le llevó a acumular 18 pérdidas, lo compensó con creces gracias a un notable 77 por ciento de precisión en la entrega (20 pases buenos de 26), se mostró muy desequilibrante saliendo con éxito de cinco de los siete regates que intentó, provocó cinco faltas y se desfondó en la ayuda defensiva con un despeje, con una recuperación y, sobre todo, ganando 11 de los 18 duelos individuales que libró ante el conjunto barcelonés. Hasta ahora, su rendimiento estaba siendo de lo más decepcionante.
No sólo acumulaba críticas en Zaragoza, en Bilbao también se venía hablando de decepción. No le salía nada y había perdido la vitola de titular indiscutible con la que llegó cedido a La Romareda a finales del pasado mercado estival. En las últimas seis jornadas de LaLiga Hypermotion, el hispano-guineano sólo fue titular en una y su mayor participación fue de 60 minutos. De los cinco encuentros restantes, en tres se quedó en el banquillo sin ni siquiera vestirse de corto y en los otros dos tuvo que conformarse con salir los 10 últimos minutos. Además, le había costado arrancar por una inoportuna lesión en uno de sus primeros entrenamientos con el Zaragoza.
Ante el L'Hospitalet fue su primer partido completo en esta 24/25 y por fin fue decisivo, con su primer gol y su primera asistencia, justo un año (menos dos días, para ser exactos) de su primera gran exhibición con el primer equipo del Athletic Club, salvando al que sería futuro campeón de una eliminación en primera ronda. Y otra vez en tierras barcelonesas, para mayor coincidencia. Malcom Adu Ares está de vuelta. Qué tendrá la Copa, que siempre saca lo mejor de los bilbaínos.