El Athletic tomó cartas en el asunto en enero para tratar de recuperar a tiempo a una de las perlas de Lezama que había sufrido un estancamiento en su progresión por su ausencia de protagonismo en el destino elegido para su cesión .
El extremo izquierdo Nico Serrano se marchó en verano al PEC Zwolle neerlandés con la esperanza de gozar de continuidad, pero lo cierto es que solo disputó 189 minutos repartidos en 11 partidos, con el pobre saldo de una asistencia con la que no logró revertir la situación en su antepenúltimo partido en el conjunto de la Eredivisie.
El Athletic, que barruntaba desde hacía un tiempo romper la cesión, alcanzó un acuerdo con el Zwolle para repescarlo en el mercado de invierno con el fin de cederlo a otro equipo con la esperanza de que retomara la ilusionante progresión evidenciada en la cantera bilbaína. Así, acordó con el Racing de Ferrol un préstamo hasta final de temporada con vistas a que dispusiera de protagonismo en Segunda división.
Lo cierto es que el arranque de extremo de 20 años en el cuadro ferrolano no ha resultado de los más halagüeño, pues tampoco le ha acompañado la suerte. De hecho, en sus dos primeros partidos en su nuevo equipo dispuso de 22 minutos ante el Oviedo y de 13 contra el Sporting para después, cuando podría haberse ganado un puesto en el once de Cristóbal Parralo, caer lesionado por problemas en el hombro.
Esta lesión le mantuvo apartado de los terrenos de juego durante dos partidos y la situación se tornaba muy delicada para Nico Serrano, deseoso de convencer pero que se encuentra una traba tras otra.
Una vez recuperado de sus molestias, se quedó en el banquillo ante el Levante, lo que suscitó la preocupación del Athletic al comprobar que en el Racing de Ferrol tampoco entraba en los planes del técnico, si bien este domingo surgió un rayo de esperanza tanto para el futbolista como para la entidad de Ibaigane. Y es que, aunque partió desde el banco, fue el primer cambio no obligado de Parralo al entrar tras el descanso por Héber Pena.
En total, Nico Serrano disputó toda la segunda parte en la derrota contra el Eldense, lo que supone su mayor participación en el Racing desde su llegada y podría ser un punto de inflexión en esta nueva cesión. En San Mamés los técnicos sigue confiando en su potencial, pero esta se antoja su última oportunidad.