Antonio Caballero Domenech (28 años – Palma del Río, Córdoba) es el Director de Seguridad del Córdoba CF. Un mundo en el que la veteranía y la experiencia es un grado, Antonio es una 'rara avis', ya que a su temprana edad, se ha convertido en el más joven de la Liga de Fútbol Profesional.
¿Cómo llega a ser el director de seguridad de un club profesional a tan pronta edad?Como el Córdoba en estos últimos tiempos no ha pasado por su mejor momento, se decidieron tomar una serie de decisiones, como fue la destitución del anterior cuerpo de seguridad y su correspondiente director, y me llamaron a mí. Yo venía con el bagaje de trabajar con mi empresa, HispanoServis e HispanoSegur, además de en el Centro del Alto Rendimiento Football Impact, donde hemos trabajado con grandes equipos nacionales e internacionales (Sevilla, Betis, Liverpool, Borussia Dortmund, etc.) que se desplazan hasta Marbella durante unos días.
Es cierto, soy el director de seguridad más joven de la LFP, y sorprende, claro, porque este cargo suele ser para gente que lleva vinculada al club muchos años, pero a mí se me presentó la oportunidad y no pude rechazarla.
Cuando voy a las reuniones de la LFP resalta mi juventud, porque creo que el que más se acerca a mi edad es Fernando Bernal, el director de seguridad del Sevilla, con el que mantengo una gran relación y que tiene 42 años.
¿En qué consiste su trabajo?Nuestro trabajo se basa principalmente en velar por la seguridad del estadio y del fútbol. Que todos los protocolos se cumplan, recibir a los aficionados visitantes, saber quiénes son, si están vetados o no, si se les considera grupos ultras o no... en general evitar cualquier tipo de violencia en el fútbol. Digamos que somos un poco los encargados de educar, asegurar el buen funcionamiento de todo e impedir que ocurra cualquier incidente.
¿Aspira a llegar a otro club, o el Córdoba siempre ha sido su meta?Como cualquier persona, especialmente joven, tengo mis aspiraciones y metas profesionales. Si el Córdoba se mantuviera en Segunda División, estaría encantado de seguir en el club. Es el equipo de mi tierra, estoy cómodo aquí, muy contento de la gente que me rodea y que me ha enseñado este oficio... pero bien es cierto que estoy estudiando varias ofertas. En caso de descenso, en Segunda B ya no hace falta la figura del director de seguridad, por lo que debo mirar por mí y seguir creciendo profesionalmente en otros clubes. Tengo varias propuestas.
¿Cómo es su día a día?Mi día a día está bastante condicionado con la situación actual del club. Las cosas no están yendo bien, por lo que se intenta ahorrar en todo lo posible. Ultimamente no estoy personalmente en los entrenamientos y demás (por teléfono sí) en caso de que haya cualquier incidente, por lo que, por ejemplo, ahora que ha habido algún 'altercado' por la situación del equipo, pues si es necesario tenemos que montar algún dispositivo de seguridad o estar en contacto con la policía.
¿Y un día normal de partido?Pues nosotros llegamos dos horas antes del partido al estadio. Nos ponemos de acuerdo con el director de integridad y los encargados de la seguridad para organizarlo todo. Comenzamos a recibir al equipo visitante, empieza la apertura de puertas, etc. También es muy importante la conexión con el coordinador de las cámaras de seguridad. Yo no estoy en punto o un puesto fijo, intento estar en todos lados asegurando que todo funcione a la perfección.
¿Cómo es la organización para los desplazamientos a campos rivales?Lo ideal sería viajar con el equipo, pero lo cierto es que no es así. Prácticamente ningún equipo de Segunda División viaja con su dispositivo de seguridad o aunque sea solo el director de seguridad. Todo corre a cargo del equipo que actúa como local. Lo que sí hay es una comunicación constante con el equipo a lo largo de la semana. Se informa de todo, como por ejemplo el número de aficionados que se van a desplazar. Se comparte toda la información necesaria para que se pueda velar por la seguridad de todos los aficionados y del evento deportivo en general.
Y en cuanto al tema de ultras, cánticos, insultos, etc. ¿Es muy estricta la normativa?Sí, lo es. Diría que muy estricta. Son bastante conocidos los esfuerzos de LaLiga por erradicar todo este tipo de comportamientos o actitudes ofensivas, y la política de los clubes va en consonancia con ello. Hablando de nuestro caso particular, la situación del Córdoba no es la deseada, por lo que de vez en cuando se producen incidentes como la aparición de banderas o pancartas en contra de la directiva que rápidamente son retiradas, o las movilizaciones de los aficionados que deben ser controladas. Nosotros estamos en permanente contacto con LaLiga y entre todos los clubes a través, por ejemplo, de reuniones donde se nos informa de cómo actuar en determinadas situaciones y en las que compartimos opiniones y experiencias. Mi primera experiencia fue en un partido contra el Málaga que está declarado como de alto riesgo por las aficiones. Sin embargo, la coordinación fue perfecta con LaLiga, y eso demuestra que la formación y el protocolo en estos casos es el adecuado.