Un año más, las tablas del Teatro Real de Madrid eran el escenario del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad 2024, en el que los niños de la Residencia Internado de San Ildefonso Piero Rai Chávez Huaroto y Alisce Ríos Gonzales cantaban el premio 'Gordo' (72.480) en la quinta tabla, vendido íntegro en la Administración de Lotería Número 6, de la calle Muro del Carmen, 4, en Logroño (La Rioja).
No obstante, la gran protagonista del sorteo ha sido Yadira Quinde Mendoza, la cara visible de la anécdota más comentada. Al poco de empezar la sexta tabla, y minutos después de haberse cantado 'El Gordo', ha repetido el famoso cántico de '4 millones de euros', lo que ha provocado estupefacción en el patio de butacas del Teatro Real.
"Son 1.000 euros, pero es que un chico me ha dicho que cante los cuatro millones de euros", ha explicado la joven al funcionario de Loterías y Apuestas del Estado que supervisaba la colocación de las bolas de los números y premios sobre la tabla. Este ha corregido a la joven, que a continuación ha cantado los '1.000 euros' de la pedrea, que era la cantidad correcta.
Según han explicado desde Loterías y Apuestas del Estado, la niña "se ha puesto nerviosa" y en lugar de mirar la bola, en la que ponía 1.000 euros, ha cantado "lo que ha estado ensayando estos días".
Entre el público del Teatro Real estaba el polémico influencer apodado el Dandy de Barcelona, quien fingió que le había tocado 'El Gordo' en pleno sorteo, generando una gran expectación entre los presentes.
Con el revuelo generado, una reportera de televisión se acercó al creador de contenido, pero cuando todos vieron el número que llevaba se dieron cuenta de que no se correspondía con 'El Gordo'.
El vídeo del momento, el cual se puede ver al comienzo de esta noticia, se ha viralizado en redes sociales, donde ha obtenido miles y miles de visualizaciones a lo largo del día de este domingo.
El influencer llegó a colarse en la retransmisión del sorteo que hacía Antena 3. "Dicen que afortunado en el juego…", comentó. La situación fue tan peculiar que Mónica Carrillo y Matías Prats no daban crédito a lo que veían. "¿Es mocito feliz?", preguntó ella, que no reconoció al creador de contenido, que cerró su intervención televisiva con su característico movimiento de manos y su silbido.