El pasado jueves, 7 de diciembre, el presentador catalán Andreu Buenafuente se sumergió en el nuevo formato de Mercedes Milà en TVE, 'No sé de qué me hablas', abordando un tema complejo y escurridizo: el humor. En un momento de la entrevista, Buenafuente señaló la dificultad de hablar sobre este tema, afirmando que "el humor es muy jodido hablarlo, ¿sabes?". Un comentario que no parecía casual, vinculado a las recientes quejas de Alfonso Guerra en 'El Hormiguero' de Pablo Motos.
La controversia comenzó con las quejas de Alfonso Guerra, quien expresó su frustración en 'El Hormiguero'. Se quejaba de que los humoristas pasan más tiempo preocupados por lo que no pueden bromear que escribiendo sus monólogos. Lamentó la sensación de estar limitados en temas sobre los que pueden hacer chistes, mencionando específicamente a homosexuales y enanos como temas vetados.
Mercedes Milà, en 'No sé de qué me hablas', introdujo el debate sobre el humor abordando la cuestión del cambio en la sociedad y, por ende, en el humor. Planteó la idea de hablar sobre "el humor que fue y el humor que es", sugiriendo una reflexión sobre la evolución de la comedia a lo largo del tiempo. Señaló que ciertos chistes que antes eran aceptables hoy generan vergüenza, marcando la diferencia entre el pasado y el presente.
Andreu Buenafuente, durante la entrevista, respaldó estas ideas al afirmar que, a pesar de los desafíos y críticas, el país y la sociedad han progresado. Hizo hincapié en que la sociedad actual es más madura que en el pasado y ha aprendido de las experiencias. Reconoció la existencia de imperfecciones, pero destacó que han hecho un viaje significativo.
Buenafuente profundizó en su discurso, destacando que, en el pasado, la sociedad no era consciente de su inmadurez y, aunque no eran culpables en ese momento, ahora han madurado. Habló sobre la sociedad actual y cómo las generaciones más jóvenes impulsan el cambio. También reconoció que ciertos temas ya no son objeto de risa porque simplemente "no se pueden aguantar".
Esta entrevista en 'No sé de qué me hablas' ofrece una visión reveladora sobre el humor en la sociedad contemporánea y cómo ha experimentado una metamorfosis a lo largo del tiempo. Queda claro que el humor, como reflejo de la cultura, está sujeto a cambios y desafíos constantes. Aunque algunas críticas persisten, la conversación en torno al humor revela una sociedad en constante evolución, con la madurez y la conciencia en aumento. En este viaje de reflexión y cambio, el humor actúa como un termómetro cultural, capturando la esencia de una sociedad que busca un equilibrio entre el entretenimiento y el respeto.