Cada vez queda menos para despedir el verano e inaugurar la temporada de otoño y toca hacer cambio de armario. Las temperaturas bajan y el sol se despide antes cada día a última hora de la tarde, pero eso no quita que se pueda seguir disfrutando del turismo. Si en esta temporada veraniega hemos visitados numerosas playas de la costa, ahora es momento de disfrutar de los rincones del interior y sus pueblos.
El otoño es una buena época para poder disfrutar también de la calle, una estación de paso que sigue al verano y mira hacia el invierno. Los árboles de hoja caduca, también conocidos como pierden sus hojas, de color verde habitualmente, para pasar a obtener un color rojizo, naranja o amarillo. Se generan estampas únicas para que el visitante pueda fotografiar caminos llenos de hojas.
El portal Rumbo ha escogido como el mejor rincón de España para visitar en otoño El Hayedo de Tejera Negra, en el municipio de Cantalojas, perfecto para los amantes de la naturaleza. "Es sin duda uno de los más bonitos para ver durante la época otoñal. De hecho, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2017 junto a otros hayedos de España y Europa".
Si algo se le caracteriza a este lugar, integrado en el Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, es porque está perfectamente conservado debido a su excepcional microclima. Es uno de los hayedos situados más al sur de Europa. Por el lugar pasan los ríos Lillas y Zarzas con sus aguas cristalinas, que nacen al pie del pico de La Buitrera.
El bosque crece en dos valles flanqueados por altas y afiladas crestas rocosas. También hay que destacar la fauna, entre las que se pueden contar mamíferos comunes como el jabalí, el corzo, el zorro o el tejón, y aves rapaces como el águila real.
Les recomendamos si lo visitan poder hacer una de estas rutas, o si lo prefieren pueden hacer las dos. Existen 2 rutas circulares para realizar a pie: la 'Senda de Carretas', de dificultad media-baja, que parte del aparcamiento del Casarejo, y la 'Senda del Robledal', de dificultad alta por su largo recorrido, que parte del aparcamiento del Centro de Visitantes.
En definitiva, Cantalojas es un destino ideal para quienes buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza después de un intenso verano. Sus calles, con casas de piedra típicas de la región, ofrecen una visión de la arquitectura tradicional castellana.