¿Se imaginan estar d��ndose un baño en la playa y toparse con un tiburón? Pues aunque sea poco probable si visitan durante este verano alguna playa andaluza, no hay que descartar que existe la posibilidad, especialmente en dos arenales de la comunidad. No hay que pasar por alto las declaraciones de expertos investigadores de Nautical Channel al periódico de ABC, quienes aseguran que "el cambio climático favorece el aumento de la población de tiburones, ya que el aumento de las temperaturas oceánicas empuja a los animales acuáticos hacia el norte en busca de hábitats más frescos, con aguas menos cálidas".
Aunque el verano pasado no se dio la situación de encontrarse con algún escualo en Andalucía, sí que aparecieron algunos ejemplares en Begur y Port de Selva, en la Costa Brava, además de Alicante, Galicia o Baleares. Este verano también se avistó uno en Canarias y otro en Zarautz (Guipúzcoa), ante la sorpresa del hijo del cocinero Karlos Arguiñano.
El estudio del canal de TV que es el único que emite programación náutica a nivel mundial ha revelado cuáles son las áreas de España donde más probabilidad hay de presencia de tiburones, y también Andalucía está en la lista. Concretamente en dos de sus arenales, en las playas granadinas de la Mamola o la de Calahonda, aunque no se consideren como zonas de peligro.
"La sobrepesca" es otra de las razones que apuntan los expertos a la posible llegada de tiburones. "La disminución de alimento ocasiona que los tiburones se aproximen más a la costa en busca de comida", apuntan. Aun así, recalcan que si la especie más común, la tintorera o tiburón azul, suele desplazarse en torno a los 60 y los 300 metros de profundidad, es bastante improbable toparse con uno en condiciones naturales.
Para la tranquilidad de los visitantes, Luis Sánchez Tocino, profesor colaborador del departamento de Zoología de la Universidad de Granada, apuntó para el Ideal que "las probabilidades de sufrir un ataque por parte de un tiburón son mínimas, aunque eso no quiere decir que no pueda haberlo". De hecho, desde el siglo XIX no ha habido ningún ataque en el litoral de Granada. "Y como ahora hay menos tiburones, las posibilidades son todavía menores. Aunque no hay que olvidar que el mar es su medio, no el nuestro, y ahí están". La población de tiburones se ha visto disminuida por varios motivos, aunque no han desaparecido y por ello se debe prestar atención.