España tiene un grave problema con respecto a los diferentes países que componen el continente europeo. Hay preocupación máxima. Preocupa el tabaquismo, a pesar de las medidas adoptadas, pero también el consumo de alcohol, sobre todo entre los adolescentes, y la obesidad y el sobrepeso, que siguen siendo un problema también en el caso de los niños.
A pesar de que los españoles están a la cabeza en esperanza de vida, en España la proporción de personas con 65 años que padece enfermedades crónicas es más alta que en la UE, sobre todo en el caso de mujeres, cuya vida diaria se ve limitada por estas patologías. La ministra española de Sanidad, Mónica García, considera el informe como "una brújula que marca el camino" hacia el que debe ir el Sistema Nacional de Salud (SNS).
Solo en España se estima que hay casi 20 millones de personas con problemas de salud crónicos para cuya atención se destinan tres cuartas partes de los recursos sanitarios. Actualmente, en atención primaria, hasta el 40 % de los pacientes pluripatológicos presentan tres o más condiciones crónicas. El 94% están polimedicados (toman cinco o más fármacos al día), el 34% presenta un Índice de Barthel (que mide la autonomía personal) por debajo de 60 y el 37% tiene deterioro cognitivo.
España tiene la mayor esperanza de vida de la Unión Europea (84 años con datos de 2023), pero también el porcentaje más alto de personas con enfermedades crónicas en la vejez, sobre todo en el caso de las mujeres. Estos son algunos de los datos que se mencionan en el informe ‘Health System Review’, presentado este lunes en el Ministerio español de Sanidad y en el que se hace un perfil del sistema sanitario español en el marco de la Unión Europea (UE).
Con la pandemia, la expectativa de vida bajó a los 83,4 años, pero poco a poco se ha ido recuperando y los últimos datos de la Comisión Europea (CE) indican que la esperanza actual en España es de 84 años, con lo que se han recuperado los niveles anteriores a la covid. No obstante, hay una brecha entre hombres y mujeres porque ellas tienden a una esperanza de vida superior en unos cinco años, y un tercio de las muertes se debe al estilo de vida y a factores de riesgo, como el tabaco.
Afortunadamente se vive más, sí, aunque esta creciente longevidad supone afrontar un reto en términos de salud porque nos volvemos más frágiles y padecemos más enfermedades que requieren atención y cuidados.