Iñigo Errejón ha protagonizado el gran escándalo político de la semana. Este jueves presentó su dimisión como portavoz de Sumar y dejaba su escaño en el Congreso de los Diputados. "Para mí se acaba esta etapa política institucional y espero contribuir así a la renovación generacional y de cuadros e ideas que las fuerzas democráticas y populares necesitan", decía Errejón en un extenso comunicado en el que anunciaba su adiós de la política. Poco tiempo después se supo que su dimisión estaba manchada por varias acusaciones sobre su persona por acoso sexual.
Primero fue la periodista Cristina Fallarás la que dio voz a una mujer que, sin dar el nombre de Errejón, hablaba de un "político que vive en Madrid" como un "maltratador psicológico, un verdadero psicópata, un monstruo".
Después, la presentadora y actriz Elisa Mouliaá denunció públicamente al expolítico por "acoso sexual". "Hola, yo soy víctima de acoso sexual por parte de Iñigo Errejón y quiero denunciarlo", escribió la intérprete en sus redes sociales, para después acudir a la policía a interponer la denuncia.
Este viernes, el programa 'Espejo Público' tuvo acceso a la denuncia de Mouliaá, desvelando que Errejón la invitó a la presentación de su libro y luego fueron a una fiesta, en la cual el expolítico le puso tres normas.
"La primera que no se alejase mucho de él esa noche. La segunda, que si lo hacía no se fuese a más de veinte metros de él y regresase en un minuto. Y la tercera, que esa noche le diese un beso", explica Mouliaá en dicha denuncia.
Tras estar en dicho evento público, los dos se fueron a casa de unos amigos de la presentadora y en el ascensor, según relata en la denuncia, Errejón le dijo que "'la tercera regla la voy a romper ahora mismo', acto seguido agarró a la denunciante fuertemente de la cintura y la comenzó a besar introduciéndole su lengua en el interior de su boca, dejándola sin respiración y de una forma violenta".
"Le quita el sujetador al tiempo que le decía frases lascivas del tipo 'como me pones', todos estos hechos ocurrieron sin el consentimiento de la declarante. Acto seguido, empujó a la diciente sobre la cama y el denunciado se sacó su miembro viril, comenzando a lamer la zona de los pechos de la declarante", continúa el relato de la víctima ante la policía.
"La dicente recuerda que se sintió paralizada y que no consintió nada de lo que sucedió, fue en ese momento cuando le dijo que ella quería seguir en la fiesta, argumentando que su amigo se había quedado solo. Iñigo le respondió que salía de la habitación con la condición de que en veinte minutos ambos se tenían que ir de la fiesta a la casa de Iñigo. La denunciante recuerda que accedió a su condición, ya que su intención era que todo lo que estaba sucediendo terminase cuanto antes. Ella le dijo que 'solo sí es sí, parece mentira que esto me esté pasando contigo'", continúa diciendo la denuncia.