Da igual donde le toque torear que Roca Rey llena plazas de toros. Es el más taquillero de la actualidad, sin duda alguna. Este jueves lo hizo en la Vista Alegre de Bilbao, en la quinta de abono de las Corridas Generales con un cartel que completaron José María Manzanares y Alejandro Talavante para lidiar toros de Victoriano del Río. Cuatro cuatreños, un cinqueño camino de los seis años, y uno con los cinco años cumplidos este mismo mes de agosto. Con hechuras y muy serios.
El primero, de nombre 'Marchante', fue para Manzanares, que se ganó una oreja merecida tras una primera serie con la mano derecha, poniéndole temple. Lo más complicado del toreo es aprovechar el astado al máximo y lo hizo, aunque fuera a menos y se le complicara la faena. Una estocada fulminante para matar al primero y reconocimiento atendido por un presidente que comenzó bien y acabó mal la tarde. Oreja.
Con chicuelinas se exhibió Talavante en el segundo, con cuerpo largo y de lomo recto, y una serie larga. Le faltó más raza en la embestida, no tuvo el poder suficiente para llegar a los finales, a pesar de marcar siempre la querencia hacia a los adentros. Hasta donde pudo Talavante, sin mucho lucimiento por la condición del toro. Tres pinchazos y estocada. Aviso.
El primero de Roca, 'Soleares', serio, con cuajo y con cuello, no se entregó de salida al capote, aunque el primer espectáculo del peruano llegó apoyado en la barrera con pases por alto, destacando dos pases del desdén muy templados. Un toro que dejó mucho que desear y se despidió con un pinchazo hondo, aunque con un susto tras emplearse con violencia ante el peón Antonio Manuel Punta. Silencio.
El quinto de la tarde salió con embroque y queriendo humillar en el capote de Alejandro Talavante, aunque sin salirse de los vuelos. Un toro con poco lucimiento, costándole mucho llegar hasta el final. Era tan malo que hubo que darle varios golpes de descabello, no valió con el acero.