Luisma Sánchez3 min lecturaSevilla cuenta con infinidad de detalles en cada uno de sus pueblos. Tanto es así que algunos pasan desapercibidos para algunos visitantes, centrándose como no en la capital. Aunque lo cierto es que hay varias localidades con encanto en la provincia sevillana, algunas incluso que parecen sacadas de un auténtico cuento de Disney. En ESTADIO Deportivo hemos querido analizar la ciudad de Écija.
Para algunos es conocida como la ‘sartén de España’, por queso de ‘la calor’ pega fuerte cuando nos acercamos a los meses de verano y en adelante. Aun así, Écija es mucho más que eso. Esta ciudad sevillana cuenta con una gran riqueza histórica, un gran patrimonio cultural y sobre todo una gran belleza arquitectónica, que casi recuerda a las fábulas de Disney.
Écija cuenta con un legado romano notable en la gran mayoría de sus calles. Aunque lo cierto es que también cuenta con influencia barroca, lo cual hace una combinación perfecta para ser el escenario ideal de cualquier filme cinematográfico de este calibre.
A pesar de que la propia ciudad de Écija se encuentre más cerca de Córdoba que de la propia Sevilla, cuenta con muchas similitudes en algunos de sus edificios con la capital andaluza. La ciudad astigitana tiene numerosas iglesias, conventos, palacios y casas-palacio entre sus calles.
Una de las bellezas de Écija se encuentra en la Plaza de España, conocida como 'El Salón' entre los habitantes de la ciudad. Esta plaza es el escenario idílico para comenzar a adentrarse en la ciudad. Al lado del Ayuntamiento, también es el centro de las festividades de la localidad. Además, varias terrazas de restaurantes y plazas gozan de sus vistas, ideales para gozar de la gastronomías sevillana.
La ciudad ecijana también es conocida como la ciudad de las torres, en parte por las más de diez torres que pueden verse a lo lejos en la ciudad. La de San Juan es la más característica de la ciudad, que parece salida de un cuento de Disney con ese característico color azul y blanco. Es sin duda el símbolo más característico de la ciudad.
Además de las iglesias de Santa Maria y de San Gil, destacan notablemente los palacios y las casas señoriales de la ciudad. Una de las más señaladas es el palacio de Peñaflor, ‘el de los balcones largos’, por su fachada, aunque no pasan desapercibidos otros como el de Benamejí.
Es una ciudad con encanto sin duda y que a pesar de ser una de las grandes olvidadas en la provincia sevillana, también tiene su encanto, como si se tratase de un cuento de Disney.