Gastronomía

Comer torreznos cada semana, un 'pecado' que no perjudica la salud

Pese a lo que pueda parecer, y según un estudio de la revista científica 'Food Science & Nutrition', 300 gramos a la semana no harían ningún mal a nuestro cuerpo

Comer torreznos cada semana, un 'pecado' que no perjudica la salud
Comer torreznos cada semana, un 'pecado' que no perjudica la salud - Pixabay
José Antonio RiveroJosé Antonio Rivero 4 min lectura

Los torreznos son uno de los productos alimenticios más importantes de la gastronomía española, siendo originarios de Castilla y León, Aragón y Extremadura, además de un plato típico en Soria.

Los orígenes de los torreznos se remontan a la España rural, donde era común las matanzas de cerdos, del que se aprovechaba absolutamente todo. Los torreznos se preparan aprovechando concretamente la panceta, y se trata de un plato que, pese a su origen humilde, ha evolucionado hasta la alta gastronomía.

La popularidad de este plato ha aumentado exponencialmente en los últimos tiempos, gracias en gran parte a la creación de la marca "Torrezno de Soria", que es una certificación de calidad. Son muchas las recetas que se hacen con ellos, los cuales también se consumen solos.

Aunque su aspecto puede no parecer muy saludable, un reciente estudio publicado en la revista científica 'Food Science & Nutrition' y elaborado por la Facultad de Ciencias de la Salud de Soria, perteneciente a la Universidad de Valladolid, afirma que el consumo semanal de este alimento no es mala para la salud, siempre y cuando se sigan unas recomendaciones.

Lo primero que dice el estudio es que no se debería consumir más de 300 gramos de torreznos a la semana, siendo esa la medida de una ración semanal adecuada y razonable. Además, su consumo se debe alternar con una dieta rica en fibra.

"La conclusión principal es que, cuando introducimos un producto inicialmente rico en grasas saturadas, como es el torrezno, y siempre que estos hayan sido fritos en aceite de oliva virgen extra, obtenemos un alimento con los ácidos grasos mono insaturados elevados y si además añadimos fibra en el mismo acto alimentario, los efectos cardiovasculares no son negativos", explica la científica Zoraida Verde, una de las realizadoras del estudio, el cual está avalado por el Comité de Bioética de la Universidad de Valladolid.

Receta de torreznos

El primer paso para elaborar este exquisito plato es seleccionar la panceta, la cual se tiene que cortar en tiras gruesas y manteniendo la piel.

Una vez se tiene la panceta hay que salarlas. Abundante sal sobre las piezas de carne harán este proceso, el cual termina con el secado. Tradicionalmente se dejaban secar al aire libre y en lugares frescos y bien ventilados.

Cuando ya ha pasado el tiempo suficiente llega uno de los pasos más importantes, la fritura.

En primer lugar, hay que freírlos a temperatura baja para que la grasa de la panceta se vaya fundiendo y por dentro tenga una textura blanda. Al final hay que subir la temperatura para lograr el dorado deseado y que sea crujiente. Una fritura que debe de ser en aceite de oliva virgen extra, otro de los requisitos de los que habla el estudio citado anteriormente.