El conflicto entre Rusia y Ucrania saltó estos días al mundo del fútbol, aunque no precisamente sobre un terreno de juego. Futbolistas rusos y ucranianos se enzarzaron en una pelea en un hotel de la ciudad turca de Antalia, donde transcurre su pretemporada invernal, según informó este martes el medio ruso 'Sport-Express'.
Los hechos ocurrieron en el hotel Royal Seginus, donde se hospedan estos días los jugadores del Shinnik ruso, que juega en la segunda división, y el Minái ucraniano, que milita en la división de honor de su país, la máxima categoría del fútbol ucraniano.
Según el citado medio, la trifulca comenzó cuando los ucranianos intentaron obligar a un miembro del equipo ruso a cantar el himno de su país, tras lo que atacaron a un futbolista del Shinnik en el ascensor.
Por otro lado, fuentes ucranianas explican que el origen de la pelea fue el comportamiento fuera de lugar con el personal del hotel de un ruso que había consumido demasiado alcohol, lo que provocó la reacción de los jugadores del Minái.
Al enfrentamiento inicial se sumaron varios futbolistas del Shinnik, por lo que la pelea acabó convirtiéndose en una batalla campal, en la que varios futbolistas acabaron magullados.
Los futbolistas fueron separados tanto por miembros del equipo técnico de los dos equipos como por el propio personal del hotel.
El Minái había pedido expresamente no hospedarse en el mismo hotel que otros clubes rusos, pero el terremoto que sacudió el país obligó a varios equipos a compartir alojamiento.
Tras el conflicto, los dirigentes del Shinnik decidieron abandonar el edificio y trasladar a sus jugadores a otro hotel por motivos de seguridad.
No es el único altercado de este tipo que ha ocurrido en Turquía. En enero pasado, según la prensa rusa, el internacional ucraniano Danil Sikan golpeó a un turista ruso en estado ebrio en el país otomano después de que éste le gritara: "¡Gloria a Rusia!"
El impacto en el deporte de la guerra entre Rusia y Ucrania es mucho. Sin ir más lejos, el pasado mercado de fichajes de invierno, el Shakhtar Donetsk, traspasó a Mykhailo Mudryk al Chelsea por una cifra cercana a los 100 millones de euros, donó 25 millones para los soldados ucranianos. No todo fue malo, puesto que Igor Denisov, ex capitán de la selección rusa de fútbol, le pidió al presidente del país, Vladimir Putin, que pare la guerra en Ucrania. "Puede ser que me encierren o maten por estas palabras, pero digo las cosas como son".