La cantante colombiana Shakira no deja de ser noticia, sobre todo relacionadas con su faceta artística en las que no deja de lanzar canciones controvertidas. Pero ahora, está en el foco mediático por una nueva querella contra ella, por presunto fraude. Todavía está pendiente de un juicio por defraudar presuntamente 14'5 millones de euros y ahora la Fiscalía la ha acusado nuevamente de haber defraudado otros seis millones en 2018 al simular la cesión de sus derechos a empresas fantasma. Eso hace que se enfrente a un nuevo proceso penal.
Quedan unos dos meses para que la cantante acuda a juicio (a partir del próximo 20 de noviembre), para hacer frente a esa primera causa judicial por la que se le acusa de haber defraudado (entre 2012 y 2014) los mencionados 14'5 millones de euros. Es algo por lo que la Fiscalía pretende una condena de ocho años y dos meses de prisión. Ahora, la cantante sufre un nuevo revés.
En 2018 Shakira todavía era pareja de Gerard Piqué, con lo que residía en España. Se le acusa de defraudar otros seis millones de euros a Hacienda en esa etapa, a través de un "entramado de empresas" que la llevó a "simular" la cesión de sus derechos a otras empresas instrumentales. Este mismo martes la Fiscalía ha dado a conocer la segunda querella, así como todos los detalles. En esta acusación contra la cantante colombiana, y que ya trascendió el pasado mes de julio, se detalla que el supuesto fraude cometido por la artista es de 5'3 millones por IRPF y otros 700 mil euros por el impuesto de patrimonio. Otros seis millones que no hacen más que ascender el presunto fraude. Concretamente, según la segunda querella que ha presentado la Fiscalía de Delitos Económicos, reclama una deuda de 6.686.502 mil euros que se corresponden con la declaración de impuestos del mencionado año.
Dentro de los detalles específicos de la querella contra Skakira, se recuerda que la cantante residía en 2018 junto al exfutbolista del Barça Gerard Piqué en una casa situada en Esplugues de Llobregat (Barcelona). Se explica que en la declaración de ese ejercicio no menciona parte de los ingresos (que son millonarios) que percibió. En base a la acusación de la Fiscalía, la cantante colombiana "se sirvió de un entramado societario" y se dedujo unos gastos "que no procedían".
La artista, según explica el Ministerio público, actuó "movida por el deseo de no tributar por la totalidad de sus rentas y de dejar de ingresar en las arcas del Estado lo que le correspondía, de manera consciente y voluntaria, presentó declaraciones inveraces de IRPF e IP por el ejercicio 2018".
Los 12'5 millones de dólares, enmarcados en la gira musical El Dorado. Una gira por la que entre junio y noviembre la cantante realizó un total de 53 conciertos a lo largo de 22 países que se distribuyen mayormente en Europa, Estados Unidos y América Latina. La argumentación de la Fiscalía es que como la cantante era residente en España, legalmente debía presentar las declaraciones de IRPF e IP, además de tributar su renta mundial (que funciona de forma independiente de su origen o residencia del pagador).