La selección femenina de fútbol de España ha sido recibida con un baño de masas tras su victoria en la Nations League, apenas seis meses después de ganar la Copa del Mundo. Miles de aficionados las aclamaron como 'campeonas' en el Palacio de Vistalegre en Madrid, donde la entrenadora Montse Tomé expresó su gratitud y optimismo de cara a los Juegos Olímpicos de París. "Es un placer estar aquí con este título que han conseguido estas grandísimas jugadoras. Hoy es un día para sentirnos felices y agradecidas. Ahora a disfrutarlo y vamos a por los Juegos Olímpicos", declaró emocionada.
La selección se coronó campeona de la primera edición de la Liga de las Naciones tras vencer a Francia por 2-0 en la Cartuja, ante una multitud de 32.576 espectadores. Los goles de Aitana Bonmatí y Mariona Caldentey aseguraron la victoria del combinado español. Con este triunfo, el equipo nacional se aseguró un lugar en los Juegos Olímpicos de París, consolidando su posición como uno de los mejores equipos del mundo.
En un emotivo homenaje, cada jugadora fue nombrada por su nombre completo mientras la afición las vitoreaba. El momento más destacado fue cuando Jennifer Hermoso, con el trofeo en mano, fue aclamada por la multitud.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibió al equipo en La Moncloa, donde les deseó éxito en los próximos Juegos Olímpicos. Durante el encuentro, Sánchez expresó su admiración por el equipo y su confianza en su capacidad para alcanzar nuevas victorias en el futuro. Además, destacó el compromiso del equipo y el cuerpo técnico en la consecución de este importante título, pero si algo llamó la atención fue la forma en la que Sánchez saludó a las futbolistas, muy distinta a cuando las recibió algunos meses atrás tras conquistar el Mundial. Por aquel entonces, el presidente del Gobierno saludó a las jugadoras con dos besos, mientras que ahora lo hizo estrechando la mano.
La celebración de este título marca un hito en la historia del fútbol femenino español, especialmente después del incidente que involucró a Luis Rubiales y Jenni Hermoso. El cambio en la forma en que los altos cargos saludan a las jugadoras, evidenciado por el gesto del presidente del Gobierno, demuestra un cambio cultural significativo en el deporte y refleja la importancia de respetar el consentimiento y los límites personales.
La obtención de este título representa otro hito para la selección española, en medio de los cambios que ha experimentado la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) desde el incidente desafortunado entre Luis Rubiales y Jenni Hermoso, que generó revuelo. Este suceso sigue siendo relevante tanto para los jugadores como para las autoridades, como lo demuestra el gesto de Aleksander Ceferin durante la entrega de medallas de la Nations League.
Durante la ceremonia, el presidente de la UEFA estrechó la mano de la jugadora del Barcelona, Aitana Bonmatí, mientras sostenía el trofeo al Jugador Más Valioso del partido. Inicialmente, parecía que iba a darle dos besos, pero finalmente optó por un pequeño abrazo, quizás recordando el incidente anterior con Rubiales.
Este gesto de Ceferin ha sido ampliamente comentado en las redes sociales, mostrando cómo el incidente inicial entre Rubiales y Jenni Hermoso, y la posterior lucha del equipo español, han influenciado la conducta de los altos funcionarios durante eventos como la entrega de medallas en los torneos.