Pedro Rocha, nuevo presidente de la RFEF, tiene en su cabeza una idea: alejarse del régimen establecido por Luis Rubiales. A pesar de que está constantemente en el punto de mira, el dirigente extremeño, uno de los mandatarios más polémicos del deporte español, quiere demostrar que no tiene nada que ver con el de Motril. En este punto, quiere evidenciar que el ente federativo va a empezar una nueva era, y, por ello, quiere cortar todo lazo con aquellos que formaron parte de la ‘corte’ de su predecesor. Este miércoles, se han conocido algunas de las medidas que ha tomado para ‘limpiar’ al organismo con sede en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.
El expresidente de la Federación Extremeña, que se encuentra en el congreso de la FIFA en Bangkok, ha decidido despedir al que ha sido director de la Selección Española, Albert Luque, quien se encuentra inmerso en un proceso judicial junto a Rubiales o Jorge Vilda, antiguo seleccionador nacional femenino. No solo él, ya que el director de Marketing, Rubén Rivera, el responsable de los servicios jurídicos, Pedro González Segura, y el encargado del departamento de Operaciones y Personas, José Javier Jiménez, ‘Jota’, han sido los otros afectados por esta ‘limpia’ en la RFEF.
Otra persona que se encontraba en este proceso fue Miguel Ángel García Silvero, tal y como informa Relevo. El que se encargaba de informar acerca de las obras y elaborar las propuestas de las diferentes constructoras al ente federativo pudo haber sido despedido, pero desde Las Rozas se confía plenamente en su inocencia. No solo eso, ya que podrá volver a su cargo, en el caso de que la Justicia no le investigue y se le deje al margen.
Los dos nombres más conocidos fueron apartados de la RFEF el pasado 27 de marzo, seis meses después de que se confirmara su imputación en el conocido como ‘Caso Rubiales’. Ambos están siendo investigados por un presunto delito de coacciones hacia Jenni Hermoso. En su caso, el ente sí comunicó que no podrían ejercer su trabajo “hasta que se esclarezca este asunto judicial”, pero no la apertura de un expediente hacia Luque y Rivera. Por cierto, hay que tener en cuenta que todos los despedidos, hasta este momento, han seguido percibiendo su salario de forma íntegra. Esto, por recomendación del bufete de abogados Sagardoy al nuevo presidente.
El dirigente no se detiene aquí, ya que medita en realizar más ceses, como el de Alfredo Olivares o Antonio Gómez Reino, quien fuera gabinete de presidencia en la era Rubiales al frente de la RFEF. Estos se podrían unir al que fuera secretario general, Andreu Camps, el asesor jurídico externo, Tomás González Cueto o Pablo García Cuervo, director de comunicación, y cuya salida levantó un enorme revuelo.