Minutos antes a que fuese sustituido en el minuto 71 del ‘Gran Derbi’, Isco Alarcón encendió las alarmas de los béticos al acercarse a la banda del banquillo verdiblanco. Se le había visto cojear un poco en una jugada anterior y se temían lo peor. Más de allá de los milagros que demuestran el agua y el espray famoso que utilizan para estos casos los fisios y doctores de los clubes, al malagueño se le vio tomar una especie de bote que gracias a los comentaristas de la retransmisión de Dazn iba a desvelarse su contenido: jugo de vinagre de pepinillos.
No es la primera vez que se escucha en el mundo del deporte que este ‘brebaje’ hace milagros sobre los deportistas de primer nivel. El propio Carlos Alcaraz usó este jugó de pepinillos el pasado verano para derrotar a Alexander Zverev en la Final de Roland Garros, con el fin de superar los calambres que estaba sufriendo durante el encuentro, que duró más de cuatro horas.
Parece que este jugo se utiliza casi en ‘situaciones extremas’. Un aliciente más para que el cuerpo de los deportistas continúe durante un período al máximo nivel. En ESTADIO Deportivo hemos querido hablar con un nutricionista especializado en la alimentación de futbolistas de primer nivel como es el caso del canterano del Real Betis, Ángel Ortiz, para comprobar las sensaciones que te da ese jugo milagroso de pepinillos.
Todo parece tener una base científica y más a este nivel, donde no se habla para nada de casualidades, sino más bien de un trabajo que en muchas ocasiones no se ve. “El consumo de ácido acético consigue reducir la frecuencia y la intensidad de los calambres musculares, este ácido acético también lo podemos encontrar en el vinagre”, comenta en su publicación el nutricionista Juan Pedro Sánchez.
No existe con exactitud el motivo por el que se producen estos calambres. Algunos lo asocian a una posible deshidratación, hiponatremia (pérdida excesiva de sodio) o incluso una alteración de la fisiología de las fibras musculares.
Este líquido no es más que “una estrategia para los calambres”. Lo cierto es que no es complemento, sino más bien una solución en casos puntuales, como un kit de emergencia. Lo adecuado para que estos calambres no aparezcan durante el ejercicio físico o en estos casos, el transcurso del partido, tendrá que ver y mucho con una correcta hidratación previa antes de la competición y tener los depósitos de glucógeno llenos.
A Isco Alarcón se le vio beber del bote a sorbos pequeños, algo que hacía demostrar que ese líquido no es que fuese muy sabroso. El malagueño incluso corrió por el campo con el jugo de pepinillos en la mano, algo que igual hasta no está permitido. A pesar de tener que pasar por ese mal trago, nunca mejor dicho, Manuel Pellegrini decidió que el ‘show’ del costasoleño en ‘El Gran Derbi’ había llegado a su fin, después de haber servido con una gran asistencia al ‘Cucho’ Hernández, sustituyéndolo pocos minutos después por Giovani Lo Celso.