Anton Polster, el renombrado delantero austríaco, dejó una marca imborrable durante sus tres temporadas en el Sevilla FC, anotando 57 goles en 114 partidos. Su legado como goleador sevillista incluye un récord destacado: "convertirse en el jugador que más goles ha metido en una misma temporada, con un total de 33 tantos en la 1989/90". Aunque este hito no le valió el título de Pichichi, su impacto en el club es innegable.
Polster no solo es recordado por sus logros en el campo, sino también por algunos momentos polémicos, como el gesto desafortunado hacia su entonces entrenador, Vicente Cantatore. Este episodio marcó el fin de su relación con el club sevillista, aunque su legado goleador sigue siendo un hito en la historia del equipo.
Además de sus hazañas con el Sevilla, Polster también es el máximo goleador de la selección austríaca, anotando 44 goles en 95 partidos. Su destreza como delantero le permitió marcar dos veces contra España, contribuyendo a la rica historia del fútbol internacional. Aunque actualmente su récord de partidos internacionales solo ha sido superado por algunos compatriotas destacados, su legado perdura como uno de los grandes del fútbol austríaco.
A pesar de sus contribuciones al fútbol, Polster enfrenta actualmente desafíos personales y de salud. Su abogado, Manfred Ainedter, confirmó una "emergencia médica" que llevó al exfutbolista a perderse una conferencia de prensa sobre su demanda contra la ÖFB (Asociación de Fútbol de Austria). Polster, de 59 años, fue operado de urgencias debido a una "ruptura de estómago", lo que lo llevó a la unidad de cuidados intensivos.
Aunque Ainedter no proporcionó detalles sobre el estado de salud actual de Polster, se reveló que la operación fue realizada en respuesta a una condición médica grave. La noticia ha preocupado a los fanáticos del fútbol y ha generado un deseo unánime de una pronta recuperación para el ícono austríaco.
Además de sus problemas de salud, Polster se encuentra inmerso en un conflicto legal con la ÖFB. La demanda busca el reconocimiento de tres partidos internacionales que, según la federación, no cumplen con ciertos requisitos de las reglas de la FIFA. Los abogados de Polster argumentan que estos juegos deberían ser considerados oficiales y no oficiales, abriendo así un nuevo territorio legal en este ámbito.
La demanda se centra en partidos amistosos que tuvieron lugar en la década de 1980 y que no figuran en las estadísticas oficiales de la ÖFB. Este desafío legal agrega una capa adicional a la vida de Anton Polster, demostrando que su legado en el fútbol no se limita al campo de juego, sino que también involucra cuestiones de reconocimiento y derechos deportivos.