Los parones en el Mundial de la Fórmula 1 sirven, entre otras cosas, para conocer mejor a los pilotos gracias a que los medios de comunicación tienen más tiempo para acceder a ellos. Y, ahora mismo, uno de los temas que más ha sorprendido en este Gran Circo ha sido la dura confesión que ha hecho Lewis Hamilton sobre lo que lleva sufriendo prácticamente desde que era un niño.
El piloto de Ferrari, en una entrevista en el diario The Sunday Times, ha reconocido estar luchando contra su mente desde que iba al colegio, donde sufrió algún que otro capítulo de racismo: "Tuve depresión desde una edad muy temprana, cuando tenía unos 13. Creo que era por la presión de las carreras y por los problemas en el colegio con el 'bullying', no tenía a nadie con quien hablar... Cuando tenía veinte años, pasé por algunas etapas realmente difíciles. He lidiado con problemas de salud mental a lo largo de mi vida".
Y es que rara es la figura deportiva de elite que no ha sufrido algún capítulo de presión o ansiedad para llegar a lo más alto. Y, sin embargo, no todos se dan cuenta de que necesitan los servicios de un especialista para poder lidiar contra ello. Por contra, otros, por muchos que lo utilicen de poco les puede servir si el principal enemigo lo tienen en casa.
Es el caso de lo que le pasaba a Max Verstappen cuando era niño. Según ha confesado Gasly en un documental de Canal +, presenció una escena muy desagradable entre el neerlandés y su padre Jos cuando era niño: "Después de una cita en España, yo gané la carrera y Max terminó segundo detrás de mí. Volvió y su padre perdió los papeles, gritándole en holandés, y luego le insultó en inglés con palabras que no repetiré en cámara, pero que no eran agradables. Agarró el casco de Max, lo cogió y se lo tiró diciendo, '¡no, vete, vuelve a la carpa, ni siquiera puedes ganar una de tus carreras!', así que la presión era obvia, era una presión muy fuerte, carrera tras carrera".
El piloto de Alpine lo ha contado haciendo referencia al hambre voraz que tiene Max en todas las carreras, provocado por el carácter que le forjaron desde niño. Y es que el francés es tan solo un año mayor que el vigente campeón del mundo, por lo que era común que coincidieran en algunas pruebas.
Cabe recordar que ya en su momento se rebelaron otras escenas familiares que tuvo que sufrir Verstappen en su momento, como una en la que tuvo que bajarse del coche y esperar a que su progenitor volviera a la gasolinera a recogerle como castigo.