BÁDMINTON

El gran pelotazo de Carolina Marín

La campeona olímpica de bádminton vive su día grande en Huelva, donde ha vuelto a ser Estrella de la Ilusión casi tres lustros después

El gran pelotazo de Carolina Marín
Carolina Marín saluda tras ganar en París. - Cordon Press
Antonio José MedinaAntonio José Medina 3 min lectura

"Acabar el año de esta manera me hace muchísima ilusión y quería compartirlo con vosotros. Siempre me habéis apoyado cuando me he caído, por eso la felicidad de un día como el de hoy también os pertenece un poquito". Carolina Marín despedía un año muy duro con unas palabras ilusionantes y ha recibido el siguiente mandando un mensaje de esperanza.

La campeona olímpica de bádminton mostraba en los últimos días de 2024 cómo va su recuperación de la rodilla operada. Aún le queda mucho, aún no ha cogido -como avisó- la raqueta y tendrá que esperar meses para poder estar en condiciones de competir, pero mientras eso ocurre, disfrutar del trayecto.

Posiblemente nunca habrá disfrutado tanto de los suyos y de su tierra desde que se marchó para ser profesional. Ya este verano, en la etapa más dura de su recuperación, se dejó ver mucho por la capital onubense, allí ha recibido homenajes y ahora también ha vuelto a vivir algo que hacía catorce años que no disfrutaba. Entonces, con 17 años y como la mayor promesa del deporte onubense, Marín fue Estrella de la Ilusión de la Cabalgata de Reyes. Este sábado, ya como la gran estrella de esa ciudad y del deporte andaluz y español lo ha podido repetir.

Carolina Marín guía a los Reyes Magos

Carolina Marín ha sido la encargada de guiar como Estrella de la Ilusión al cortejo de los Reyes Magos que han alegado a los niños y no tan niños en Huelva. "Toda Huelva llena de magia. Imposible empezar mejor el año que con un momento así de bonito y especial", publicaba la deportista onubense en sus perfiles de redes sociales.

Subida en un caballo blanco, la tricampeona del mundo de bádminton se convertía en la gran protagonista de la cabalgata, por encima incluso de los Reyes Magos.

A partir del martes tendrá que volver a cambiar el chip y retomar la dureza de los entrenamientos, que le deben llevar en los próximos meses a conseguir otro logro que anhela, volver a sentirse deportista.

Atrás ya ha quedado un año en el que vivió el momento más duro de su carrera, pero también muchas alegrías, empezando por la obtención del premio Princesa de Asturias de los Deportes y siguiendo por todos los homenajes que ha recibido desde su lesión en París 2024. Aún le queda la que le prometió la Federación Internacional de Bádminton cuando se lesionó, aunque ha caído un poco en el olvido.