Mouctar Diakhaby nos paró el corazón a todos durante el partido que enfrentó al Real Madrid con el Valencia CF en Mestalla, cuando el central chocó con Tchouaméni y acabó con una grave lesión de rodilla. Concretamente, el franco-guineano sufrió una luxación en su rodilla derecha, la más grave que se puede sufrir en esa parte del cuerpo. El central se operó y todavía está inmerso en su recuperación, aunque no cabe duda de que está aprovechando muy bien su tiempo.
El '4' del Valencia tiene una faceta menos conocida, pero que le hace ser mejor persona, un lado humano que le ha convertido en toda una inspiración. Además de luchar contra el racismo, Diakhaby es fiel defensor de la solidaridad y las políticas a favor de las personas inmigrantes. Tanto es así que estos días atrás ha estado reunido y colaborando con la Organización de Naciones Unidas (ONU) para ayudar en iniciativas de reparto de alimentos para personas sin recursos que migran a Guinea.
Este lunes, Diakhaby se reunió con Ángel Carrascal Gutiérrez, embajador del Gobierno de España en Guinea, a quien le hizo entrega de una camiseta del Valencia y de la Selección de Guinea, ya que Carrascal es un gran aficionado al fútbol, antes de abordar diversos temas de interés con el diplomático español.
El futbolista del Valencia es Embajador de Buena Voluntad de la ONU, y dicha entidad le considera una figura muy importante para tener un papel "esencial para inspirar la solidaridad hacia las personas migrante". En dicha reunión, en la que Diakhaby estuvo acompañado por representantes de Naciones Unidas, se habló sobre fomentar una migración "segura y ordenada", entre otros grandes retos relacionados con el fenómeno migratorio.
Mouctar Diakhaby no hace gala de la gran cantidad de proyectos sociales en los que está inmerso, dedicándose solamente a ayudar de la mejor manera posible. Entre sus muchos proyectos, el central del Valencia da charlas a la cantera valencianista para concienciar sobre el racismo.
El jugador valencianista está en contra de que se usen las causas sociales como escaparate o estrategia de comunicación, tal y como mostró al no posar con la pancarta de condena al racismo de LaLiga, la RFEF y el CSD por el 'caso Vinicius', queriendo dejar claro que todos los casos deben ser tratados iguales. Lo cierto es que sólo Mestalla ha recibido un castigo por insultos racistas, ya que otros campos donde han ocurrido hechos igual de desagradables han visto cómo no eran cerrados, ni enteros ni parcialmente, como castigo.