La Guardia Civil detuvo el lunes por la noche al delantero del Valencia Rafa Mir por una presunta agresión sexual, mientras que este martes detuvo a un segundo posible implicado.
El atacante murciano permanece detenido y se espera que pase el miércoles a disposición judicial después de que el lunes una mujer de 25 años denunciara que fue con una amiga de 21 años a casa del futbolista y que allí fueron agredidas sexualmente por Mir y otro hombre, que sería el segundo detenido.
La denunciante acudió a un centro hospitalario tras dejar el domicilio de Mir y posteriormente presentó la denuncia contra el jugador y su amigo.
La noticia ha generado multitud de reacciones e informaciones. Una de las más esclarecedoras la ha ofrecido el periodista Jorge García Abadía en el programa de Antena 3 'Y ahora Sonsoles'. Según dicha información, el futbolista conoció a las presuntas víctimas en una discoteca de Valencia, a la cual acudió tras el empate (1-1) del conjunto che contra el Villarreal del pasado sábado. Ambas mujeres fueron a casa del futbolista después de salir del local de fiesta, ya casi de día, siendo por tanto domingo 1 de septiembre.
"Las presuntas agresiones sexuales se perpetraron en la piscina del futbolista. Rafa Mir fue el que supuestamente agredió a la denunciante de 25 años, mientras que el otro amigo agredió a su amiga de 21", comienza explicando el citado periodista.
Según el relato, un vecino escuchó ruidos raros dentro de la vivienda de Mir, viendo poco después a dos jóvenes "semidesnudas" y caminando "desorientadas". Dicho testigo llamó a la Policía Local, la cual se personó en la casa del futbolista. "Durante esta noche alocada, la Policía Local acudió a la casa y tranquilizó al futbolista. No hablan en ningún momento de agresión sexual, hablan de un altercado entre un amigo de Mir y una de las víctimas", afirma el periodista, que va más allá y cuenta que "el amigo le pegó un puñetazo a una de ellas".
En el mismo programa informaron que tanto el futbolista como su amigo niegan que lo que ocurrió esa noche fuera una agresión sexual, manteniendo que fue "sexo consentido".
La defensa argumenta que las jóvenes fueron de manera voluntaria al domicilio del jugador del Valencia y que transcurrió mucho tiempo entre los hechos denunciados y la interposición de la denuncia.