Lamine Yamal fue, sin duda, uno de los grandes protagonistas del Clásico ante el Real Madrid. El flamante campeón de la Eurocopa con la selección española fue uno de los líderes del FC Barcelona, que se hizo con una contundente victoria ante su eterno rival. En la fiesta de los de Hansi Flick, quien no pudo empezar con mejor pie en los enfrentamientos ante los de Carlo Ancelotti, vivió un momento muy polémico y que pone a la lacra del racismo, otra vez, directamente en el punto de mira. El bochornoso comportamiento de algunos aficionados merengues ha manchado su imagen en uno de los partidos más seguidos a nivel mundial.
A través de redes sociales, se han podido apreciar algunos vídeos en los que aficionados del Real Madrid le profieren bochornosos gritos de índole racista al jugador del FC Barcelona. “Puto negro”, “puto moro” y “vete al semáforo a vender pañuelos”, eran algunos de los improperios que tuvo que escuchar el futbolista azulgrana desde la grada del Santiago Bernabéu.
Como se ha venido trabajando en los últimos meses, el racismo debe ser erradicado de todos los estadios de nuestro país, y, yendo más allá, de todos los estamentos de nuestra sociedad. Al igual que se trabajó de forma veloz en aquel Valencia – Real Madrid en el que Vinicius se encaró con la grada dado que escuchó gritos racistas, se debe trabajar de la misma manera para que estas acciones no queden impunes.
Acerca de aquel momento, hay que tener en cuenta que la grada inferior de Mestalla fue clausurada de forma parcial durante cinco partidos, aunque, posteriormente, se redujo a tres después del recurso presentado por el conjunto de la capital del Turia. No se quedó ahí el castigo, ya que la entidad expulsó de por vida a los tres seguidores que tuvieron este lamentable comportamiento, además de ser condenados a penas de ocho meses de prisión.
Por ello, tanto el Real Madrid como Antiviolencia como el Comité de Competición deberían actuar de forma impecable y con celeridad para, primero, identificar a aquellos que han proferido estos gestos racistas hacia Lamine Yamal, y, después, tomar las medidas necesarias para que este tipo de incidentes no se vuelvan a producir en el Santiago Bernabéu.
Ante la gravedad de la situación, el Real Madrid no ha querido perder el tiempo y ya ha emitido un comunicado condenando los hechos. "El Real Madrid condena de manera rotunda cualquier tipo de comportamiento que implique racismo, xenofobia o violencia en el fútbol y en el deporte, y lamenta profundamente los insultos que unos pocos aficionados profirieron anoche en uno de los córners del estadio. El Real Madrid ha abierto una investigación a fin de localizar e identificar a los autores de estos lamentables y deleznables insultos, para poder adoptar las medidas disciplinarias y judiciales pertinentes".