Daniel Alves continúa en prisión acusado de una presunta agresión sexual a una joven en una discoteca de Barcelona. El ex futbolista azulgrana lleva ya casi ocho meses en la cárcel de Brians 2 y ha decidido no recurrir con la intención de “agilizar” el proceso y que se celebre cuanto antes el juicio, aunque no está de acuerdo con las acusaciones de violación vertidas contra su persona.
Desde el pasado 4 de septiembre, el caso está en manos de la sección 21 de la Audiencia Provincial de Barcelona, a la que ha sido remitida toda la documentación elaborada por el juzgado de Instrucción número 15, encargado de investigar unos hechos en los que aprecia indicios de delito, quedando las partes a la espera de conocer la fecha de un juicio en el que Alves se podría enfrentar a una condena de entre 8 a 10 años de cárcel.
Mientras tanto, al ex de Barça y Sevilla apenas le quedan apoyos fuera de prisión, más allá de su familia directa y su pareja, Joana Sanz, que ha vuelto a acercarse a él después de compartir en sus redes sociales una carta romántica que el brasileño le ha escrito desde la cárcel, en la que afirma seguir sintiendo “maripositas” cuando piensa en la modelo tinerfeña.
En su país, en cambio, Dani Alves es duramente criticado por los aficionados, incluso en su ciudad natal, Juazeiro, en el estado de Bahía, donde varios seguidores han atacado una estatua que rendía homenaje al jugador en una plaza, tal y como se han encargado de mostrar diversos medios locales.
Los aficionados han colocado una bolsa de basura negra sobre la cabeza de la figura que representa al internacional ‘canarinho’ y abundante cinta adhesiva, mostrando de ese modo su malestar por la presencia de una estatua que fue erigida en diciembre de 2020 en honor al futbolista con más títulos de la historia, situada en el barrio Vaporzinho - Saldanha Marinho, en el centro de la ciudad en la que nació.
Este acto de vandalismo ha provocado, a su vez, la reacción del hermano del jugador, Ney Alves, quien ha vuelto a defender al jugador y ha lanzado un mensaje a los que han atacado su imagen. “Solo paso por aquí para recordarles que mi hermano está esperando juicio. La pregunta es: ¿y si demuestra su inocencia? ¿Si es absuelto? ¿Cómo lo haremos?”, se cuestionó.
Según el Ayuntamiento de Juazeiro, fueron los propios vecinos los que se encargaron de retirar la bolsa que cubría a la estatua pocas horas después del ataque sufrido, indicándose que de momento no se ha llevado a cabo ningún informe policial al respecto, según informa el diario Globo.