El acuerdo alcanzado entre el
Ayuntamiento de Sevilla y los representantes de los empresarios de la hostelería, el comercio y la distribución de bebidas, para las medidas de prevención y seguridad de la próxima
Semana Santa, incluye la posibilidad de que los negocios dispensen bebidas no alcohólicas en la hora previa a la llegada de las procesiones y durante su tránsito, siempre que lo hagan en botellas de plástico de una capacidad máxima de medio litro o vasos de cartón. Además, se permitirá que durante la
Madrugada del Viernes Santo los restaurantes de un número reducido de talles del centro funcionen más allá de la una, siempre que cumplan requisitos como no servir alcohol o contar con vigilancia profesional.
Para encuadrar este acuerdo es necesario remontarse al debate suscitado después de que la
Madrugada del Jueves al
Viernes Santo de 2017 estuviese marcada por estampidas y tumultos que dejaron más de cien lesionados y heridos, 17 de los cuales requirieron ingreso hospitalario.
Como consecuencia de los incidentes, fueron arrestadas más de diez personas por presuntos delitos de desórdenes públicos o contra los sentimientos religiosos, siendo tres de ellos encarcelados de modo provisional.
Frente a ello, el paquete de medidas diseñado para reforzar las medidas de prevención, auto protección y seguridad durante la
Semana Santa de 2018 incluyó en el caso de la
Madrugada el controvertido cierre adelantado de los establecimientos hosteleros de entornos "conflictivos" como los de la
Cuesta del Rosario, la plaza de la Alfalfa o la calle Arfe, así como la prohibición de que las tiendas "de conveniencia" vendiesen productos con envases de vidrio, latas o cualquier otro elemento que pudiese suponer un riesgo.
En ese sentido, y de cara a la siguiente
Semana Santa, para la que se pretende repetir las medidas de 2018, la patronal exponía recientemente que los empresarios "entienden la necesidad de llegar a un acuerdo en la regulación tanto en la venta y consumición de alcohol, como en las zonas en las que se aplicarán las restricciones, los horarios y el tipo de envases y bebidas que serán permitidas". Empero, avisaban de que los empresarios de la hostelería, de los establecimientos de alimentación y de la distribución necesitaban conocer "a tiempo qué tipo de normas se van a aplicar para arbitrar las medidas necesarias" y hacer sus previsiones.
Igualmente, la patronal reclamaba que las medidas que afectan a las empresas legalmente establecidas abarquen también a la venta ambulante legalizada, reclamando "intensificar" las actuaciones contra la venta ambulante ilegal.
Ya este miércoles, el concejal de S
eguridad y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera; el presidente de la
Asociación de Hosteleros, Antonio Luque; el presidente de
Asociación Provincial de Comerciantes (Aprocom) y de la comisión de
Seguridad de la Confederación Empresarial de Sevilla (CES), Tomás González; y el presidente de la
Federación de Empresarios de Industria y Comercio de Alimentación, Droguería, Perfumería y Afines de Sevilla (Feicase), Federico de la Torre, han celebrado una rueda de prensa conjunta para informar de los detalles del acuerdo alcanzado entre los empresarios y el Ayuntamiento de cara a la próxima
Semana Santa.Las novedadesGroso modo, mientras desde hace 15 años pesa la obligación de que durante la
Semana Santa los establecimientos con acceso directo a la calle dejen de expedir bebidas susceptibles de ser consumidas en la vía pública en cualquier tipo de envase desde una hora antes de la llegada de la cruz de guía de un desfile procesional a la localización de cada negocio, hasta la finalización del tránsito de la cofradía, ha sido acordado "exceptuar" de esta prohibición la expedición de agua y refrescos en botellas y envases de plástico de un máximo de medio litro y de café, te e infusiones en vasos de cartón o plástico. Esta prohibición, eso sí, sigue rigiendo en el caso de las bebidas alcohólicas.
En cuanto al cierre adelantado de los negocios de hostelería durante la
Madrugada del Jueves al Viernes Santo en los entornos del casco histórico considerados "sensibles" en materia de seguridad por su disposición y ser susceptibles de especiales aglomeraciones humanas, nuevamente pesa la obligación de que esa noche, los establecimientos de hostelería, ocio y esparcimiento de tales espacios estén "completamente cerrados" a la una de la madrugada en un total de siete sectores del centro expresamente delimitados.
Mediante esta medida, recordémoslo, aquellos negocios cuya licencia de apertura les permite funcionar hasta las 3,00 horas de la madrugada y que la
Madrugada del Viernes Santo podrían operar hasta las 4,00 horas al tratarse de un día festivo ven reducido su horario.
Eso sí, después de que esta medida fuese aplicada en seis sectores en la
Madrugada del Viernes Santo de 2018, se incorpora a esta disposición un nuevo sector correspondiente a la plaza del
Altozano, el tramo peatonal de la calle
San Jacinto y las calles San Jorge y Pureza, --vía esta última que además será aforada para impedir aglomeraciones--, mientras de otro lado algunas de las calles y espacios incluidos el año pasado en los citados seis sectores no figuran este año en los mismos y por tanto están exentas de esta medida, como es el caso de la
Puerta de Jerez, por ejemplo.
"Excepcionalidad" para algunos restaurantesLa repetición de esta medida, no obstante, cuenta con una "excepcionalidad", pues según el borrador de la resolución municipal que plasmará este acuerdo, recogido por
Europa Press, "en un máximo de cuatro o cinco calles" aún por determinar y ubicadas en los sectores de la
Cuesta del Rosario, la Alfalfa y la calle Pérez Galdos; Alemanes, Placentines y Mateos Gago; y
Mendez Núñez, Bilbao y Plaza Nueva, se permitirá la apertura de restaurantes pero no de negocios de copas "hasta su horario máximo" y siempre que tales establecimientos así lo soliciten y cumplan una serie de requisitos.
Tales condiciones son que durante esas horas no sirvan alcohol, que cuenten con un servicio de vigilancia profesional del sector de la seguridad privada y que toda la clientela esté sentada en el interior sin que sea superado el aforo máximo.
En otro orden de cosas, durante la
Madrugada del Jueves al Viernes Santo los negocios dedicados a la venta al por menor de alimentos "deberán cesar su actividad desde las 22,00 horas del jueves hasta las 8,00 horas del viernes, toda vez que las medidas acordadas abarcan además a las máquinas expendedoras, que por ejemplo no podrán servir latas desde una hora antes de la llegada de la cruz de guía de un desfile procesional a su localización ni funcionar más allá del horario anteriormente descrito.
Así las cosas, todos los representantes han defendido la idea de "primar la seguridad por encima de todo" para evitar situaciones "incompatibles" con el "decoro y la solemnidad" que se le presupone a la
Semana Santa, y que la
Madrugada "recupere su esplendor", aplaudiendo los empresarios que "los deberes estén hechos" con suficiente antelación para organizar con el tiempo necesario sus suministros y previsiones y que medie el compromiso de reforzar las actuaciones contra los incumplimientos en materia de venta ambulante y los casos de "abacerías o panaderías" que dispensan bebidas alcohólicas para su consumo en la calle.
Los acuerdos adoptados, según han explicado, serán trasladados por escrito a los responsables de cada negocio, al objeto de que todos ellos estén plenamente al tanto de estas medidas que serán formalizadas oficialmente en la sesión de la junta local de seguridad correspondiente a la aprobación del plan específico de la
Semana Santa.