"No fue un partido tan plácido como dice el marcador. Durante gran parte del mismo, fue como esperábamos: disputado, corrido y con pocas ocasiones de gol. Era muy importante marcar nosotros antes; al final, sí logramos un marcador más aparente", resumía Manuel Pellegrini, máximo responsable técnico del Betis, en sala de prensa, donde fue muy sincero a la hora de valorar el resultado, cambiando, eso sí, el discurso pesimista tras la derrota ante el Barcelona, que prácticamente privaba, junto al resultado del derbi madrileño, de las opciones de Champions a su equipo, inmerso en una mala racha de juego y resultados antes incluso de la final de la Copa del Rey.
"El Valencia tuvo que arriesgar un poco más en el segundo tiempo y dejó espacios para que marcásemos el primer gol. Si lo hacíamos, sabíamos que podíamos sentenciar al contragolpe. Si llegan a marcar ellos, que se encierran muy bien y cuesta mucho hacerles gol... Al contrario que contra Barcelona y Elche, cuando tuvimos ocasiones que no pudimos convertir, esta vez sí entraron", se vanagloriaba el santiaguino, que aceptaba la premisa de un periodista local acerca de lo engañoso del electrónico: "Sí, no ha sido la diferencia real con el Valencia. Los dos últimos goles fueron en los minutos finales. Ellos tenían que arriesgar, pero es cierto que apenas crearon ocasiones. Hablamos en el descanso de que el que marcara antes se llevaba el partido. Por suerte, lo conseguimos nosotros; con un rival más abierto, pudimos concretar un marcador más expresivo".
Y Pellegrini entiende que, ya sin tanta presión, queda hacer un último esfuerzo por la afición y por ellos mismos: "Ahora, a tratar de ganarle al Granada. Desde el principio del campeonato siempre dije que no teníamos un objetivo prestablecido. Íbamos partido tras partido, sumando puntos hasta ver al final de temporada para cuánto nos dio. Ha sido una campaña brillante. Volvimos jugar la Europa League, donde salimos eliminados en el minuto 120 ante un rival que luego eliminó al Barcelona y el West Ham, y que jugará la final; la Copa del Rey la ganamos precisamente ante el Valencia; y, a falta de dos jornadas, tenemos posibilidades matemáticas de jugar la Champions League. Ha sido muy buen ejercicio; y ya veremos qué pasa. Mientras las matemáticas den, hay que creer; y la mejor manera es ganar los dos partidos que quedan, sabiendo que es difícil que los equipos pierdan puntos".