El portero del Real Betis
Dani Martín, operado este viernes de su importante lesión del ligamento cruzado en su
rodilla derecha, permanecerá unos días en su
Gijón natal para iniciar allí la convalecencia, que será larga, antes de comenzar a trabajar dentro de varias semanas en la Ciudad Deportiva Luis del Sol con los fisioterapeutas y recuperadores verdiblancos. Antes de pasar por el
quirófano, el internacional sub 21 atendió a los compañeros de '
El Comercio', valorando su desafortunado arranque de la 20/21.
"Tenía la
salida prácticamente cerrada. Y fue un
palo bastante grande. Ese día estaba cerrado. Además, es una lesión que me va a dejar fuera hasta verano", apuntaba sobre un préstamo al Tenerife que ya se frustró hace un trimestre, cuando se lastimó un tobillo ejercitándose con la '
Rojita': "Creo que fue en marzo de 2020 cuando me rompí las fibras en el
cuádriceps de un golpe. Y, nada más arrancar ésta, me rompí los
ligamentos del tobillo. Tuve suerte. Esa lesión suele romper la cabeza del
peroné. Me recuperé antes de lo que pensaban los médicos. Y, ahora, en un gesto que hago doscientas veces...".
Dani Martín abordó también el tema de la presión, que le ha acompañado desde su aterrizaje en Heliópolis: "La masa social es enorme.
Sevilla es una ciudad muy grande. No sólo es la ciudad. Es lo que hay alrededor. En la primera pretemporada que hice, fuimos a México y allí había gente del Betis. La
presión influye. Pero ¿desconfianza? No, no lo llamaría así. La desconfianza la da no jugar. A mí me gusta la presión. Aunque, claro, siempre hay un
límite".
Y es que, pese a haber actuado muy puntualmente, ha recibido muchos palos: "Lógicamente, (las críticas) molestan. Dicen que los futbolistas no leen... Cuando son pocas
críticas, no importan. Cuando es una masa bastante grande de críticas, molesta bastante. Pero esto es el fútbol. Si me hubieran dado el partido siguiente al del
Barça, lo juego y lo paro todo... Pero no me lo dieron".
De todas maneras, el cancerbero no se arrepiente de haber fichado por los verdiblancos: "Lógicamente, si te viene un equipo de
Primera división, encima el Betis que no es un cualquiera, dices 'puf, esto ya es estar en otro nivel'. Esos días fueron complicados. Yo soy de Gijón. Es mi ciudad. Y soy
sportinguista hasta morirme. Ahora, estoy en el Betis, que es mi club. Y quiero
triunfar en el Betis. Pero claro que me encantaría algún día volver y triunfar en el Sporting".