Las dos dudas razonables de Pellegrini esta pretemporada

Las dos dudas razonables de Pellegrini esta pretemporada
- Ó. M.
Óscar MurilloÓscar Murillo 4 min lectura
Marcha viento en popa la 'operación salida' en el Betis, en realidad la única vía de financiación para que Antonio Cordón deje de tener las manos tan atadas en materia económica. Con todo, el extremeño ha reclutado a coste cero al portero Bravo, el lateral derecho Montoya y el central Víctor Ruiz, gracias, en gran parte, a las fichas liberadas por el traspaso de Feddal al Sporting Clube, el de Narváez al Zaragoza y el de Liberto Beltrán al Albacete, así como por las cesiones de Robert (a Las Palmas) y Edgar (Oviedo), más la rescisión de Javi García (ahora en el Boavista). Todavía quedan por encontrar acomodo otros que no cuentan, si bien las importantes lesiones de Camarasa y Dani Martín suponen una traba añadida para una planificación ya de por sí compleja.

El caso es que, pese a la anunciada decisión de apostar por la cantera, ya se han marchado tres de sus elementos más importantes, quedando en este segundo 'stage' en Marbella una pequeña representación, en la que falta, por ejemplo, el 'pichichi' del filial, Raúl García, o el lateral izquierdo Calderón, que habría podido dar réplica en entrenamientos y amistosos a Álex Moreno, único nato del primer equipo para esa demarcación -por ejemplo, con Fran Delgado, hay tres laterales derechos-. Con todo, Paul y Aitor Ruibal continúan trabajando a las órdenes de Manuel Pellegrini, a quien insisten en convencer de que tienen hueco en sus planes.

Tanto el costamarfileño como el catalán cuentan, a día de hoy, con opciones, serias en el caso del atacante, que se está ganando con sus actuaciones, golazo incluido al Almería, ser el extremo que busca la secretaría técnica en el mercado y que, con estas limitaciones económicas, puede no llegar a ponerse a tiro antes de un mes, cuando se cierra la ventana estival para la 20/21. Ruibal (24) se ha curtido mucho durante su cesión en el Leganés el curso pasado, aunque el descenso de los 'pepineros' les impidió ejercer la opción de compra de 2,5 millones de euros recogida en el contrato.

Con un físico aún más potente que el que tenía y renovadas aptitudes defensivas -allí llegó a ejercer de carrilero-, se ha convertido en un futbolista más completo. De hecho, han llegado propuestas de Primera y Segunda, algunas, incluso, de traspaso, por lo que el Betis se está planteando si merece la pena dejarlo marchar por ingresar una cantidad mediana o exprimir su talento, incluso con renovación de por medio en los próximos meses, ya que su vinculación con los verdiblancos expira en 2022.

Como la de Paul Akouokou (22), otro que se está haciendo un hueco y sorprendiendo a propios y extraños. No a quienes le conocían del Betis Deportivo, obviamente, pues su temporadón, superados los problemas iniciales de tipo burocrático y alguna lesión, como aquélla en una mano que le impidió realizar la pretemporada el año pasado. Aunque Guido Rodríguez y Guardado están por delante en el puesto de pivote defensivo, la versatilidad del costamarfileño, que ha actuado de interior y central con solvencia, es un plus a su favor. Con ofertas de Francia y de la Segunda división española, su serenidad al primer toque y su solvencia en la resta gustan mucho al míster chileno, que deberá tomar una decisión en las fechas venideras.