Martín
Montoya se convirtió ayer martes en la
primera incorporación del
Betis para la temporada
20/21. A la espera de un segundo negativo en las pruebas
PCR que se realizará este jueves para incorporarse al trabajo en
grupo con sus nuevos
compañeros, el de Gavà viene a reforzar el lateral derecho, que ha sufrido la baja de
Barragán y está en el aire si también la de
Emerson (a quien el
Barcelona sigue ofreciendo para abaratar fichajes o a cambio de 32 millones de euros), y, de forma puntual, el izquierdo (como en su anterior etapa, en la 15/16).
Resulta curioso que el club verdiblanco no especificara si el canterano culé llegaba bajo la fórmula del
traspaso o desvinculado previamente del
Brighton, en parte porque la realidad está en un punto intermedio. Según ha podido saber ESTADIO Deportivo, se trata de la primera jugada maestra de Antonio
Cordón al frente de la dirección general deportiva. Sin contar, obviamente, la rescisión de
Javi García (ya en el Boavista) y el traspaso de
Feddal al Sporting Clube portugués por 2,7 millones de euros fijos y 800.000 en variables.
De esas cantidades, las que se ahorra por el
sueldo del muleño más los beneficios por el marroquí, no todas pueden emplearse en nuevos fichajes. De hecho, con el tope salarial fijado por LaLiga cerca del límite, apenas un
25% de lo que ingreses o te quites de la nómina de
gastos se pueden reinvertir, aparte de que los lusos pagan en tres
plazos la compra del
central (con lo que no todo llega ahora a las arcas verdiblancas) y de que hay otras
necesidades institucionales que afrontar.
Todo lo anterior ha provocado que la
situación que se encontró Cordón a su llegada fuera
peor, incluso, de lo que se imaginaba. Los clubes españoles tienen la desventaja de que no pueden
endeudarse ni saltarse el control enconómico de la patronal para luego ajustar cuando se cierre el mercado o en años venideros, que se esperan más holgados con la vuelta del público a los estadios. En otros países, los
ajustes llegan a toro pasado, por lo que pueden hacer
desembolsos, aprovechando los mayores ingresos por
televisión sobre todo, que en LaLiga resultan imposibles.
Ante esta tesitura, el nuevo jefe de la
planificación bética está escrutando a fondo el mercado para incorporar al máximo de jugadores posibles a
coste cero o mínimo, con la máxima de vender antes de comprar.
Mandi (por el que se piden 12-15 millones de euros),
Tello (6) o
Loren (20) son los futbolistas llamados a financiar la confección de la
plantilla para la 20/21. Cordón está haciendo encaje de bolillos para satisfacer las necesidades y los
deseos de Manuel
Pellegrini sin salirse de los límites establecidos, reclutando buenos jugadores, con carácter y experiencia, al
mínimo coste posible, reservando lo que se pueda recaudar para 1-2 inversiones finales más altas.
El Brighton pedía inicialmente
tres millones de euros por Montoya, conformándose después con
un kilo, aunque el extremeño les convenció de que el
deseo del futbolista pesaba mucho y de que, en las condiciones actuales del mercado, no podían afrontar ese gasto. A cambio, les ofreció aplazar la posible compensación a tiempos mejores, el próximo verano, con cantidades ligadas a la consecución por parte del Betis de determinados
objetivos y, por parte del lateral, a la disputa de un número concreto de
partidos.
Y, para poder asumir el
caché del catalán, que renunció a dos años de contrato, se le ofreció una vinculación larga para sus
29 años de edad,
cuatro temporadas, en las que prorrateará esos ingresos que tenía asegurados. En definitiva, una forma de poder inscribir al ex barcelonista sin agotar el
tope salarial de LaLiga. Esto explica también el regateo al agente de
Bravo para que el meta chileno se convierta en el
segundo fichaje. Así será, al menos, hasta que llegue una
venta importante que sufrague las próximas incorporaciones, si bien ayuda más liberarse de fichas elevadas.