Cuando está a punto de finalizar la sexta semana de confinamiento, la sociedad española se dispone a vivir, en teoría, las dos últimas, un tiempo demasiado largo y que comienza a pesar. Quizá por ello, el
Betis quiso llevar a sus aficionados, vía Instagram, una entrevista a uno de sus recientes ídolos:
Luis Eduardo Schmidt 'Edu'. El brasileño, desde su país, atendió a los medios oficiales verdiblancos y a través de un directo en la citada red social ofreció una extensa comparecencia respondiendo a las preguntas de los aficionados en la que trató asuntos de actualidad, pero sobre todo, de su época en el Betis, que duró cinco temporadas.
"Fueron varias etapas. El primer año fue fantástico con la
Copa y el cuarto puesto. Una temporada espectacular. Empezamos mal, con dudas, pero cogimos ritmo y fue increíble. Luego, lamentablemente, no conseguimos mantener esta aspiración de pelear por cosas importantes, pero había que estar ahí. Cuando salías al campo me motivaba ver a la gente, hacer las cosas bien por ellos. Fue muy gratificante defender estos colores", recordaba
Edu, que en su etapa vivió momentos buenos y otros que pudieron ser dramáticos, recordando uno muy especial: "El día después del partido de
Santander (último de la 06/07, en el que el Betis se salvó en la última jornada con doblete del brasileño), me quedo en Sevilla para operarme. Me paso por el campo y delante del estadiom me encuentro a una señora de unos setenta 70 años que no sabía que era yo. Cuando empieza a hablar y se entera de que soy yo, empezó a llorar. Eso me marcó mucho. El Betis envuelve mucho, es un sentimiento que te agarra, es inexplicable. Ver a una señora de setenta años llorando por habernos salvado fue tremendo".
En el apartado positivo, Edu no olvida el regreso tras ganar la
Copa del Rey en la 04/05: "Cuando llegamos a Sevilla fue increíble, ver a toda la gente enla calle. Son momentos que hay que guardar en el corazón. Luego, el partido del
Mónaco en casa, con la afición vibrando, son encuentros que marcan mucho".
El excéltico, junto a otros compañeros y
Serra en el banquillo, marcaron la época dorada de la historia reciente del Betis, club del que asegura que no se hubiera marchado de no haberse topado con
Lopera. "Por supuesto que hubiese estado más años. No dejo al Betis porque baje a Segunda, me marcho por motivos que todos saben. En los últimos años sufrí mucho con Lopera. No había forma de seguir y luego pasó lo que pasó, Fue uno de los días más difíciles de mi vida cuando cojo el taxi para ir al aeropuerto rumbo a
Brasil. Lloré mucho, no quería salir del Betis con el equipo en Segunda", manifiesta el mediapunta, recordando cómo fueron sus últimos minutos como verdiblanco: "Después del último partido ante el
Valladolid, me quedo en el control antidoping. Me acuerdo que tardé y salí al campo. Me quedé treinta o cuarenta minutos sentado. Sabía que que difícilemente seguiría. Habrá gente que dirá que tuvo buena relación con Lopera. Yo, todo lo contrario. Quisiera haber seguido mucho más en el Betis".
Por ello, señala que su último año fue el más dicífil. "La gente pedía mi renovación y esto le hizo daño a Lopera. Mi lesión vino cuando la gente lo pedía y no pude defenderm. Mi mejor defensa era en el campo. Estuve casi casi ocho meses fuera, sufriendo mucho", rememora.
Edu afirma que se queda con goles tan especiales como el logrado en casa ante el Mónaco en la previa de
Champions o el que significó la remontada contra el
Barcelona (07/08). Sin embargo, no duda de la importancia de los logrados en
Santander por la trascendencia que pudo haber tenido. "Difícil porque hubo algunos. Me escriben todavía del partido mágico contra el Barcelona, del último gol de la remontada. Del gol contra el Mónaco. Pero los de Santander fueron muy importantes porque si retrocedemos en el tiempo nos acordaremos de que el Sevilla B jugaría en Segunda y nosotros celebrábamos nuestro centenario. Hubiera sido un palo jugar en Segunda nuestro centenario".
Respecto al trascendental encuentro jugado contra el
Racing, que evitó el descenso a Segunda, Edu lo recuerda así: "Cómo fue ese partido, madre mía. Me acuerdo de la concentración, que estuve con Marcos (
Assunçao). El día antes había una ansiedad grande porque teníamos que ganar para no depender de nadie. Lo que más me marcó fue la entrada de
Dani, que entra, me mira y me dijo: 'Edu, estamos en Segunda'. Fue tremendo. Faltaba poco. Luego, llegó el primero, el segundo... Fue un día sufrido. Siempre digo que la presión de jugar por un título es diferente que a la de no bajar. La presión de este día fue tremenda".
De sus cinco años en el Betis, en los que jugó 151 partidos, anotó 39 goles y dio 9 asistencias, como entrenadores, se queda con
Serra y
Chaparro, del que dijo que "cogió al equipo en una situación muy difícil", haciendo un repaso también por sus compañeros de vestuario: "La gente siempre habla de la pareja Edu-
Oliveira. Es verdad que me entendí a la perfección con él, pero a día de hoy hablo mucho con Marcos. Le digo que es mi hermano de color. También con
Denilson,
Rivas,
Juanito,
Joaquín... me llevaba bien con todos. También me gustaba mucho
Fernando. Tácticamente era muy inteligente. El primer año Serra nos llama a los dos y nos dice que Denilson está y no tiene zurdo, que entré él y yo teníamos que hacer la labor de mediapunta y extremo izquierda. Me entendí muy bien porque es un tio muy listo, muy profesional. Me ayudó tacticamente".
En cuanto a su mejor pareja, que en el Betis fue sin duda Olivera, Edu recuerda también a otro ex compañero. "En el Sao Paulo tuve a uno,
França, que luego jugó en el Leverkusen. Pero es verdad que con Ricardo fue tremendo lo que hicimos en un año. Fuimos de las parejas que más goles logramos aquella temporada en Europa", manifiesta un Edu que le encantaría pisar de nuevo el coliseo verdiblanco: "Claro que se echa de menos jugar en el Betis. Ojalá pueda haber un partido de veteranos para sentir el sabor de jugar en el
Benito Villamarín. No estaría mal para sentir el olor del estadio. Ojalá pudiera".