Se avecinaba una jornada final de la ventana de enero con mucha actividad en Heliópolis y una amenaza importante de que los movimiento se acercaran al mismísimo 'deadline', aunque, en realidad, todo quedó resuelto a media tarde.
El Betis, que no se conformaba con
Lainez y
Jesé pese a retener a
Sergio León por si acaso, peinó hasta bien avanzado el jueves el mercado de delanteros, si bien cierra este periodo con las incorporaciones del mexicano y el canario, más la esperada del lateral derecho
Emerson Leite (20), pero sin el 'killer' que debía sustituir a Sanabria, una de los tres que emigran ahora (junto a Boudebouz e Inui). De hecho, el único artillero que se movió ayer en clave verdiblanca fue
Álex Alegría, que cambió el
Rayo Vallecano por el Sporting.
Al filo de las 20:00 horas, los dos compradores hacían oficial lo del brasileño, peor explicado de lo que deberían. Así, se dio a conocer su cesión hasta el próximo 30 de junio por parte del
Atlético Mineiro al Betis, así como su incorporación al
Barcelona desde entonces y hasta la campaña 2023/2024 a cambio de doce millones de euros, fruto de una obligación de compra recogida en el contrato y que no es, realmente, sólo de los azulgranas.
Como ya se desveló la semana pasada, Emerson volará a la capital hispalense en cuanto expire el
Sudamericano sub 20, que actualmente disputa con
Brasil. Será, previsiblemente, a mediados de febrero, pero el carrilero pasó en tierras chilenas ya el reconocimiento médico, ahorrando un trámite. Tras su préstamo lo que resta de curso al cuadro de Setién, lo acordado es que el paulista siga aquí dos más (hasta la 2020/2021) a cambio de seis kilos.
Entonces, el
Barça decidirá si lo incorpora a su disciplina otras tres campañas más (abonando al
Betis los seis millones que éste habría desembolsado, más otros tres de plusvalía), lo traspasa definitivamente a tierras heliopolitanas (a cambio de una cantidad similar) o lo venden a un tercero, repartiéndose a partes iguales el beneficio.
Emerson envío sus primeras palabras como verdiblanco desde la concentración de la selección brasileño sub 20, con la que la próxima madrugada (02:10, hora española) disputará el segundo partido ante
Venezuela del
Hexagonal final del torneo continental, valedero para arañar la cuatro plazas en el Mundial de la categoría, que se disputa en Polonia del 23 de mayo al 15 de junio próximos. Así, el ya ex de Mineiro se mostró muy feliz por la firma de su nuevo contrato.
"¡Hola, gente! Quería agradecer al Betis, que es un gran club europeo, la oportunidad que me está dando de ser parte de esa familia.
Estoy muy feliz por vestir esta camiseta. Quería deciros que voy a dar todo lo mejor para conseguir títulos y mucha alegría a esos maravillosos aficionados que son los del Betis. Un gran abrazo de vuestro nuevo lateral.
¡Viva el Betis! ¡Vamos!", rezaba el mensaje de un sonriente
Emerson.
Sin un '9'Volviendo al delantero,
Serra Ferrer apuró una amplia nómina de 'planes B', una vez confirmado que el Bayer Leverkusen no soltaría al deseado Alario (salvo con una obligación de compra de 25 millones de euros adherida a la cesión) y que el Atlético de Madrid tampoco tenía necesidad de desprenderse de otro de los 'killers' que más convencían,
Kalinic, una vez equilibradas sus cuentas con el sorprendente traspaso de
Jonny (que tuvo un precontrato con el
Betis, roto para irse a un cuadro colchonero con el que ni se ha vestido) al
Wolverhampton por 20 millones de euros.
Todas las miradas estaban en la
Premier League, especialmente porque el presidente Haro anunció en 'El Larguero' que el elegido podría llegar de Inglaterra. El ofrecido
Slimani (cedido por el Leicester en el Fenerbahce) se cayó pronto de la lista, aunque en Italia lo vieron cerca en la víspera (según 'Sky Sports'), entre otras razones por su bajo estado de forma y por su condición de extracomunitario (la única vacante era para Emerson).
Por
Lucas Pérez, a quien se le esfumó la opción del
Schalke por esperar al
Betis, nunca se apostó de verdad, pues desde la planta noble del
Benito Villamarín jamás se mejoró la propuesta de cesión sin pluses y la pírrica inversión de 500.000 euros para toda la operación. Ni traspaso -el
West Ham se conformaba con cuatro millones y a plazos-, ni préstamo con opción de compra. Se confirma que era sólo una alternativa si se decidían a firmar a la desesperada el último día de mercado.
De
Janssen hizo dudar su ostracismo, aunque en
Turquía se especulaba ('Sporx') con que el Tottenham había aumentado su precio, lo que provocó que se anulara el fichaje. Por último,
Batshuayi se puso a tiro y en precio, hasta el punto de que 'The Guardian' dio por hecho un acuerdo del Chelsea con el West Ham y los hispalenses para que acabara la 18/19 donde eligiera, pero sus altas pretensiones lo descartaron pronto, con lo que Serra cerró la persiana.