"Tengo dos años de contrato con el
Betis y ya está". Así de tajante y conciso se mostraba el delantero ucraniano del Betis, Roman
Zozulya, en declaraciones a 'Fútbol-1
', unas palabras que confirman la información ofrecida por este periódico el miércoles 28 de junio, en la que se aseguraba que el internacional está dispuesto a cumplir íntegramente su contrato, pese a que el jugador no entra en los planes de
Quique Setién. Es más, su idea es realizar la pretemporada como uno más y tratar de convencer al técnico cántabro de que puede tener un sitio en la plantilla verdiblanca; un plan opuesto al que tienen con él en el club.
La única solución viable parece la rescisión, lo que lógicamente conllevaría un importante gasto que, si bien la entidad puede asumir, prefiere evitar a toda costa.
Los representantes del jugador han trabajado para encontrarle un equipo, pero todo han sido obstáculos. Las puertas se le han ido cerrando una tras otra.
A escasos días para el comienzo de la pretemporada, lo de
Zozulya amenaza con convertirse en toda una pesadilla.