El Mundial de Baloncesto de FIBA 2023 que se disputará en Filipinas, Japón e Indonesia comenzará este viernes 25 de agosto, siendo 32 las selecciones que participarán. Entre ellas, una España que se presenta como vigente campeona y que en esta ocasión no hará uso de la plaza para jugador naturalizado.
El elegido por España como naturalizado estaba claro: Lorenzo Brown. El base de 32 años de Rockford entraba en los planes de Scariolo en este ciclo, que comenzó el pasado verano y que debería haber tenido continuidad en el actual, con la mirada puesta en los Juegos de París. Sin embargo, el del Maccabi argumentó que había arrastrado lesiones durante todo el curso y que no se encontraba en condiciones para estar con la Selección española. Sin lugar a dudas, un gran inconveniente para el puesto de base, al que más tarde se le sumó el adiós de Ricky Rubio en plena concentración.
Sin Lorenzo, la plaza de naturalizado quedaba libre, generando mucho debate. Andreas Zagklis, secretario general de la FIBA, fue bastante contundente ante del Eurobasket: "En baloncesto, tenemos al país que inventó este juego produciendo al menos un millar de jugadores al año capaces de marcar diferencias en otras selecciones. Un país con muchísima inmigración y grandes comunidades de muchos lugares del mundo. Nuestra idea es ser muy estrictos con los otros once puestos de un equipo. La plaza doce puede ser para un jugador que adquiere la nacionalidad con más de 16 años. Hemos hablado de esto y no va a cambiar ni se va a ampliar, seguirá siendo uno de los doce convocados como máximo. Son las federaciones las que tienen que hacer buen uso de esta norma”.
Antes de optar por Lorenzo, España ya había usado esta fórmula desde tiempo atrás, con Wayne Brabender y Clifford Luyck hasta los dos jugadores que vinieron antes del base estadounidense: Nikola Mirotic y Serge Ibaka. Ambos en activo, por lo que podrían haber sido opciones para el Mundial. Sin embargo, Sergio Scariolo no ha llegado nunca a barajarlos.
Tanto Mirotic como Ibaka desaparecieron de la selección española antes del Mundial 2019, al que España no llegó como clara favorita pero del que salió como campeona del Mundo por segunda vez en su historia (la primera fue en 2006). En aquel momento, ambos jugadores estaban en las quinielas para un juego interior de una España que ya sabía que no tendría a Pau Gasol. En principio, el elegido iba a ser Mirotic, pero Ibaka había trabajado con Scariolo en los Raptor que salieron campeones de la NBA ese verano. Al final, ninguno de los dos acabó acudiendo. Mirotic firmó por el Barcelona y quería trabajar todo el verano para preparar su regreso a Europa, al mismo tiempo que Ibaka también renunció. El propio Scariolo aseguró que ninguno de los dos jugadores habían dado opción.
Desde entonces, ninguno d los dos ha vuelto a contar para España, aunque es cierto que Ibaka se ofreció el pasado verano, antes del Eurobasket. Ahora, el pívot de 33 años busca encontrarse a sí mismo en la NBA en la que ha ido perdiendo fuelle. Mirotic, por su parte, ha tenido un verano bastante trabado, con su adiós del Barcelona y su llegada al Milán de Messina. Scariolo es fiel a sus principios.