Kevin Durant volvió a cambiar de equipo hace un año con la esperanza de por fin romper esa narrativa que le golpea a cada minuto. ¿De qué hablamos? Del hecho de que sólo ha podido ser campeón en Golden State Warriors, equipo que ya lo era antes de su llegada...
Desde aquel momento ha pasado por una etapa con más sombras que luces en Brooklyn Nets; y ahora, ya en Phoenix Suns, las cosas tampoco están yendo mucho mejor. El final del curso 2022-23 acabó en las semifinales de la Conferencia Oeste cuando los Nuggets, quienes terminarían siendo campeones, les vencieron por 4-2. Ahora, con un proyecto nuevo en la organización de Arizona, se esperaba que el equipo fuese de los mejores de la NBA, pero la realidad les está golpeando hasta el punto de en estos momentos ni siquiera ocupan plaza de acceso directo a playoffs. ¿Se puede culpar a Durant? No.
A sus 35 años el alero está firmando un excelente promedio de 27,8 puntos, 6,7 rebotes y 5,5 asistencias. Su nivel está fuera de toda duda, pero en esta ocasión no le está acompañando el equipo, y no por falta de talento, sino porque las lesiones no han parado de hacer acto de presencia.
Nada más comenzar la campaña 2023-24 de la NBA los Suns perdieron durante casi un mes a Bradley Beal, un problema que se repitió poco después con Devin Booker, si bien su ausencia fue menos prolongada. Parecían circunstancias puntuales, pero ambos han vuelto a sufrir dolencias, la última de un Booker que ha dado un enorme susto a Durant, quien vio los gestos de dolor de su compañero tras lastimarse el tobillo en el último partido.
Aunque desde la franquicia se explicó que las radiografías no habían mostrado daño significativo, aún hacía falta una resonancia magnética para conocer el alcance exacto del problema. Pues bien, según informa Shams Charania de The Athletic, todo ha quedado en una leve torcedura por la que el escolta All-Star sólo deberá parar durante un periodo que podría estar entre los 7 y 10 días.
Llegados a este punto, y a mes y medio de que comience la postemporada, cualquier lesión entre las estrellas de la NBA puede suponer un tremendo quebradero de cabeza. Por ello, es seguro que KD habrá respirado tranquilo tras conocer que su principal socio sobre la pista está bien y que pueden seguir construyendo en busca del anillo.