Lo venían avisando conforme se acercaba, se asomaron al abismo y se cayeron. Los Detroit Pistons ya son, desde la madrugada de esta martes al miércoles, el peor equipo de la historia de la NBA. O, al menos, el que suma su peor racha a lo largo de la historia.
Los Pistons ganaron dos de sus tres primeros partidos, allá por el mes de octubre. Y ahí se acabó su aventura. Al menos por ahora. Desde entonces sólo saben perder y ya llevan 27 partidos consecutivos sumando derrotas. Los Brooklyn Nets, que vencieron en Detroit por 112-118, fueron los testigos directos de una cifra que nadie quiere tener en su palmarés' y que, por ahora, se ha instalado en Detroit. Los beneficiados son unos Philadelphia 76ers y unos Cleveland Cavaliers que habían llegado a acumular 26 derrotas seguidas en las campañas 2013-2014 y 2010-2011, respectivamente.
"Nadie quiere estar asociado a algo así. Me trajeron para cambiar a este equipo. Probablemente -la racha-, es más culpa mía que de nadie. Los jugadores le están echando mucho corazón. Tengo que conseguir que estén en una posición donde no se sientan tensos", señalaba al final del partido Monty Williams, entrenador de los Detroit Pistons, quien fue el 'fichaje estrella' de este verano y al que se le hizo un contrato estelar de 78,5 millones de dólares por seis años, pero que, en el primero, ha tocado fondo.
Y eso pese al partidazo de un Cade Cunningham, que lo intentó todo para que no cayeran los Pistons con 41 puntos (fantástico 15 de 21 en tiros de campo), 9 rebotes y 5 asistencias, y que, con él en pista, su equipo tuvo un balance positivo. El de Arlington (Texas) metió 37 de sus puntos en una segunda mitad arrolladora y 19 de ellos solo en el último cuarto.
El nefasto segundo cuarto, en el que el equipo neoyorquino se mostró muy superior, fue un lastre del que no se pudieron recuperar. Antes de eso, Detroit había empezado muy bien (parcial de 22-8), con muchas ganas de evitar esa cifran tan negra en su historia. Y cerró el primer cuarto por delante, pero los Nets remontaron en ese segundo periodo y se marcharon al descanso ya por delante en el marcador (54-61). "La manera en que empezamos hoy es algo que hemos visto mucho este año. Hemos tenido muy buenos comienzos a veces. Empezar así esta noche y dejarlo ir en el segundo cuarto... Ese cuarto fue el que nos metió en el agujero con un -13", admitía Williams.
La mala racha podría, incluso, ir a peor, ya que ahora se enfrentan al mejor equipo de la NBA. Este jueves visitan el Garden para enfrentarse ante los Celtics, que son líderes del Este (balance de 23-6) y el gran aspirante al anillo, pese a su caída copera.
Los aficionados ya no ocultan su decepción y los gritos de 'sell the team' (vende el equipo), dirigidos a los propietarios, volvieron a oírse en el Little Caesars Arena de Detroit. Una división que contrasta con la unión que, según Monty Williams, los jugadores, encabezados por Cade Cunningham, tratan de construir en el vestuario. "Habló apasionadamente de que todo el mundo tiene que estar en el mismo barco (...). Tenemos que ser reales sobre la situación en la que estamos", afirmó el técnico de los Pistons.
Falta le hará. La temporada está perdida y sólo desde dentro y con buenos movimientos pueden construir para el futuro. Ahora, su próximo reto será cortar cuanto antes esta hemorragia y no dejar una marca negativa que nadie sea capaz de superar. Y, el siguiente, superar las siete victorias que sitúan a los extintos Charlotte Bobcats (temporada 2011-12) como el peor equipo de una temporada regular. Le faltan seis triunfos...