Los Memphis Grizzlies han echado de menos a su gran estrella, Ja Morant, más de lo previsto en este arranque de temporada en la NBA. Después de 19 partidos, su balance (5-14) les sitúa como uno de los peores equipos del campeonato y sólo Wizards, Spurs y Pistons están por debajo de ellos.
La baja de Morant se ha unido a otras que se han ido acumulando en este arranque (Steven Adams para toda la temporada, Brandon Clarke, Jake LaRavia, Marcus Smart, Luke Kennard...) y ni siquiera el paso adelante dados por algunos de los jugadores que tenían menos protagonismo, como el español Santi Aldama, ha sido suficiente. Por fortuna, a Morant sólo le quedan por cumplir seis de los 25 encuentros de sanción que recibió por haber aparecido en un vídeo empuñando una pistola por segunda vez en apenas unos meses.
Eso fue calificado por la NBA como comportamiento perjudicial para la competición y su comisionado, Adam Silver, criticó duramente esta actitud: “La decisión de Ja Morant de volver a empuñar un arma de fuego en las redes sociales es alarmante y desconcertante dada su conducta similar en marzo, por la que ya fue suspendido ocho partidos. (...) Deja claro que tener un comportamiento imprudente e irresponsable con armas de fuego no será tolerado por la liga”.
A pocas semanas de su regreso, ahora, Ja Morant se enfrenta a un nuevo problema. El jugador de los Grizzlies y varios miembros de su familia han sido citados ante el juez para declarar por una supuesta agresión a un adolescente durante un partido de baloncesto callejero.
Los hechos ocurrieron en julio de 2022 y según denuncia el agredido, Joshua Holloway, que por entonces tenía 17 años, Morant le propinó un puñetazo después de un rifirrafe durante el encuentro disputado en el exterior de la casa del propio jugador de los Grizzlies.
Junto a él, deben acudir a los juzgados de Tennessee para declarar su padre Tee, su madre Jamie y un amigo, Davonte Pack, todos ellos presentes durante la supuesta pelea.
Morant, por su parte, deberá hacerlo entre el 11 y el 13 de diciembre, apenas unos días antes de su regreso a las chanchas, que está previsto para el 19 de diciembre, ante los Oklahoma City Thunder. Si el juez considera que el juicio debe seguir adelante, éste empezaría en abril de 2024.
El jugador de Carolina del Sur venía de hacer la mejor temporada de su carrera, en la que promedió 26,2 puntos por partido, 8,1 asistencias y 5,9 rebotes, y su regreso se antoja vital para que los Grizzlies recuperen parte de su potencial ofensivo, aunque la temporada ya está muy difícil para ellos.