Antonio José Medina4 min lecturaDura fue la derrota de los Golden State Warriors ante los Denver Nuggets tras ir ganando de 13 puntos en el último cuarto y ver cómo Nikola Jokic les clavaba un triple desde casi el centro de la pista. Por fortuna para ellos, apenas 24 horas más tarde les esperaba el peor equipo de la NBA, unos Detroit Pistons que no se cansan de luchar, pero la mayoría de sus peleas acaban en derrota. Ni siquiera la aparición, una vez más, de Cade Cunningham, con 30 puntos, fue suficiente.
Los Warriors ganaron (113-109) y Stephen Curry se fue hasta los 26 puntos y 6 rebotes. Klay Thompson volvió a ser su mejor lugarteniente con sus 19 puntos y Dario Saric, con 17 anotaciones, mostró su buen momento entrando desde el banquillo.
Sin embargo, las alegrías duran poco en el equipo de San Francisco esta temporada y la victoria se saldó con una lesión que se acumula a los muchos infortunios de la franquicia esta temporada. En este caso fue el veterano base Chris Paul, quien sufrió durante el partido una fractura en la mano izquierda que se produjo cuando luchaba con Jaden Ivey por un balón suelto en el tercer cuarto.
"Le vi sujetándose la mano y de manera instantánea estaba preocupado. Es duro. Lo siento mucho por Chris. Me siento fatal por él", señalaba su entrenador, un Steve Kerr, que prefirió pasar página y no centrarse en esta nueva desgracia. "Obviamente, sus compañeros darán un paso adelante y estarán preparados para jugar y mantener el fuerte sin él", afirmó el preparador de los Warriors.
La baja de Chris Paul, cuyo tiempo de recuperación aún se desconoce, se une a la de Gary Payton II, también por lesión, o a la de un Draymond Green que fue suspendido indefinidamente por la NBA tras un nuevo episodio violento en pista con Jusuf Nurkic como damnificado. Según señalaba esta semana Adrian Wojnarowski, de ESPN, la liga norteamericana dará el OK estos días para que el jugador se reincorpore y, con ello, palíe en parte los problemas que arrastran los Warriors.
No sólo son problemas, sino que también hay polémicas alrededor de un equipo que no ha vivido tranquilo desde que arrancó la campaña y que ahora mismo, con una marca de 17-18 ocupa el último puesto de 'play-in' en el Oeste y desbanca a los Lakers del mismo.
En este caso la polémica llega por las críticas del entorno de Jonathan Kuminga, a través de The Athletic, por una supuesta falta de confianza de Steve Kerr. Ante esto, el técnico de los Warriors fue claro. "Estas cosas se tratan mejor entre bastidores. Siempre que algo así se trata en público crea una distracción", advierte, antes de mandarle un primer mensaje al jugador: "Yo estoy aquí. Soy, probablemente, el entrenador más accesible de la liga y mi puerta siempre está abierta. Tengo jugadores que vienen a hablar conmigo todo el tiempo y yo les animo a ello", señaló. Luego, puso a Kuminga 36 minutos en pista -el que más jugó de los Warriors-, aunque sus números (11 puntos, 6 rebotes y 4 pérdidas) no fueron los mejores del conjunto de San Francisco.