Al igual que sucediera en su último partido de Euroliga en el WiZink Center, ante el Anadolu Efes turco, el Real Madrid volvió a necesitar de tiempo extra para sellar un nuevo triunfo en el torneo, esta vez ante un correoso Valencia Basket (96-86) que volvía menos de dos semanas después de haber visitado el mismo escenario en liga.
Sin Semi Ojeleye y Kevin Pangos pero con su solidez habitual en el trabajo defensivo, el cuadro naranja hizo sufrir al anfitrión, víctima de un ritmo lento que provocó que en los primeros cinco minutos solo se hubieran visto 14 puntos entre ambos conjuntos. Así fue hasta que comenzaron a entrar los triples, faceta en la que el visitante se mostró más efectivo y que le permitió irse con ocho de ventaja al final del primer cuarto (16-24, min.10).
En el entorno de esa cómoda renta se movieron los de Álex Mumbrú hasta que se secaron a la hora de buscar el aro contrario. Cinco minutos en los que sólo anotaron una canasta permitieron a los de casa, no sin gran esfuerzo, acercarse antes del descanso pese a firmar uno de sus primeros tiempos de menor acierto este curso en la Euroliga (35-38, min.20).
Un problema con el reloj de una de las canastas provocó que empezase con 15 minutos de retraso la segunda mitad. La inauguraron Facundo Campazzo y Chris Jones con sendos triples, lo único que entró en tres minutos. Desequilibró la batalla de fuego lejano Fabien Causeur y a él se le sumó Dzanan Musa con una canasta cómoda y un 2+1, lo que permitió al Real Madrid ponerse por delante por primera vez desde el 5-4 (46-43, min.25).
Duró poco, pues el Valencia Basket selló un parcial de 0-5 que frenó el despegue de los de Chus Mateo. Pese a ello fueron capaces de encarar con tres puntos a su favor los diez minutos definitivos gracias a la insistencia de Campazzo y de Walter Tavares, en esta ocasión obligado a multiplicarse en sus atribuciones ante la ausencia de Vincent Poirier (58-55, min.30).
El bagaje positivo no sirvió de mucho, difuminado rápido gracias a la intensidad de los foráneos. Dos canastas de Brandon Davis, otras dos de Josep Puerto y una más de Stefan Jovic impulsaron a un bando valenciano que aún así no pudo desbocarse por culpa de dos triples de los Sergios, uno de Llull y otro de Rodríguez (64-67, min.35).
Surgió entonces una vez más la figura de Davies, con cinco puntos en fila que no tuvieron consecuencias al transformar Mario Hezonja un 3+1. A falta de 3:22, y con tiempo muerto en pista, el resultado era de empate a setenta y el desenlace indescifrable.
Jones ayudó a los suyos a enchufarse con cinco puntos, pero no pudo evitar que se entrase al último minuto con igualdad a 77. La rompió desde el exterior Campazzo y pudo poner la guinda Tavares si hubiera logrado concretar bajo el aro.
No lo hizo y el Valencia Basket se puso a uno con cuatro segundos por delante gracias a dos libres de Jones. Hezonja cumplió desde la misma distancia en el otro aro, pero un triple sobre la bocina de Jared Harper trajo consigo la prórroga, quinta en los dos últimos partidos de la máxima competición europea para el Real Madrid.
La destapó Llull con cinco puntos, solo contrarrestados por dos de Davies. Eso facilitó a los locales llevar la iniciativa y jugar con más tranquilidad, algo a la postre decisivo ante un Valencia precipitado y desacertado desde la larga distancia durante esos cinco minutos.
Real Madrid (16+19+23+24+14): Campazzo (19), Causeur (3), Musa (13), Yabusele (7), Tavares (18) -equipo inicial-, Alocén, Hezonja (10), Abalde (3), Llull (16), Ndiaye (2), Sergio Rodríguez (5).
Valencia Basket (24+16+15+27+4): Jones (17), Reuvers (2), Anderson (9), Harper (8), Touré -cinco titular-, Puerto (6), Davies (19), Pradilla (6), Inglis (8), Jovic (11).
Árbitros: Robert Lottermoser (Alemania), Milos Koljensic (Montenegro) y Uros Nikolic (Serbia).
EFE