La jornadas del jueves y viernes en el US Open fueron un absoluto caos que levantó por los aires todas las expectativas que había sobre lo que iba a suceder en el torneo neoyorquino en la segunda semana. Si había de por sí pocas cosas claras después de lo que se había visto en la gira norteamericana de pista rápida, ver como Carlos Alcaraz y Novak Djokovic eran arrasados en segunda y tercera ronda respectivamente, complicaba aún más las cosas. Sin embargo, hay uno de los tenistas llamados a conquistar el trono que no está fallando y está haciendo buena su condición de número 1 del mundo, Jannik Sinner, quien ya está en octavos.
El italiano triunfó por 6-1, 6-4 y 6-2 ante el australiano Christopher O'Connell, número 87 de la ATP, para plantarse con autoridad en la cuarta ronda con mucha solvencia. No era un duelo nuevo, pues ya habían coincido este año en el Masters 1.000 de Miami con un resultado similar. Pero hoy se repitió y el de San Cándido blindó su pase en apenas una hora y 53 minutos. En su mejor actuación en el torneo neoyorquino, en el que ya había acabado con Mackenzie McDonald y a Alex Michelsen, Sinner conectó 46 golpes ganadores, quince saques directos y no concedió bola de rotura alguna para ganar su partido número 51 de una extraordinaria temporada, en la que solo perdió cinco encuentros.
Tras las campanadas de los últimos dos días, Sinner tiene una gran oportunidad para conquistar el que sería el segundo 'grande' de su carrera. Pero eso sí, ahora se le complican las cosas, pues se medirá ante Tommy Paul, uno de los ídolos locales, a quien se le vió muy bien contra el canadiense Gabriel Diallo. Aunque para el transalpino lo duro le llegaría en cuartos, donde podría cruzarse con el ruso Daniil Medvedev, finalista en la Arthur Ashe el año pasado.
Más allá de lo que pueda pasar contra el moscovita, a Jannik se le ha quedado muy limpio el cuadro, ya que antes de las sorprendentes eliminaciones de Alcaraz y Djokovic, tenía sobre el papel al murciano en semifinales y al serbio en una hipotética final. Pero ahora lo tiene más cómodo, y se le notó contra ¡ O'Connell, con el que salió mucho más suelto que en rondas previas. Además, volvió a no dejar lugar a la sorpresa, pues el italiano luce esta campaña un balance de 36-0 contra rivales que están fuera de los mejores veinte del mundo. Y lo dejó claro desde el inicio, llevarse los primeros cinco juegos del duelo y sentenciar el primer set con un contundente 6-1 en apenas 30 minutos. Y a partir de ahí el duelo fue rodado, dejando ganar apenas seis juegos al 'aussie'.